El ataque de drones ucranianos en Rusia.
Las fuerzas ucranianas ejecutaron una operación devastadora contra la aviación militar rusa que resultó en la destrucción de 41 aeronaves en territorio enemigo. El ataque coordinado con drones causó daños estimados en 7.000 millones de dólares a las capacidades aéreas de Moscú.
Un funcionario de seguridad ucraniano reveló que la operación tomó más de año y medio en planificarse. El presidente Volodimir Zelenski supervisó personalmente cada fase del ataque que penetró profundamente en territorio ruso el domingo por la tarde.
Los drones alcanzaron múltiples aeródromos simultáneamente, destruyendo bombarderos estratégicos Tu-95 y Tu-22M junto con aviones de alerta temprana A-50. Estas aeronaves constituyen elementos críticos del arsenal aéreo ruso para operaciones de largo alcance contra objetivos ucranianos.
La operación demostró capacidades logísticas sofisticadas al transportar drones en camiones con contenedores hasta el interior de Rusia. Los ataques abarcaron cinco aeropuertos desde Irkutsk, ubicado a más de 4.000 kilómetros de Ucrania, hasta Murmansk en el extremo norte.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó los impactos que provocaron incendios y daños significativos en las instalaciones. Las defensas rusas repelieron ataques adicionales en las regiones de Amur, Ivanovo y Ryazan, según comunicados oficiales de Moscú.
Los bombarderos Tu-95 y Tu-22 destruidos habían sido utilizados previamente para lanzar misiles de crucero contra infraestructura civil ucraniana. Los aviones A-50 cumplían funciones de coordinación de objetivos y detección de sistemas de defensa aérea.
El ataque ocurrió horas antes del anuncio de nuevas conversaciones directas entre delegaciones ucraniana y rusa en Estambul. Zelenski designó al ministro de Defensa Rustem Umerov para liderar la delegación ucraniana en estas negociaciones programadas.
Las autoridades ucranianas habían solicitado previamente que Moscú presentara un memorando detallando su posición sobre el fin del conflicto. El Kremlin había prometido compartir este documento durante las conversaciones directas.
La sincronización del ataque con el anuncio de las negociaciones sugiere una estrategia de fortalecimiento de la posición negociadora ucraniana. El daño infligido a la aviación rusa podría influir en las dinámicas de las conversaciones de paz.
Rusia respondió lanzando el mayor número de drones en un solo día desde febrero de 2022, con 472 aeronaves no tripuladas dirigidas contra territorio ucraniano. Las fuerzas rusas complementaron la ofensiva con siete misiles balísticos contra objetivos estratégicos.
Un ataque ruso contra una unidad de entrenamiento del ejército ucraniano causó 12 muertos y más de 60 heridos. El comandante Mykhailo Drapatyi presentó su renuncia tras este incidente que afectó instalaciones en la retaguardia del frente.
Las fuerzas ucranianas enfrentan escasez de personal y adoptan precauciones adicionales para evitar concentraciones de tropas. Los cielos del frente están saturados de drones rusos que buscan constantemente objetivos de alto valor.
Dos puentes colapsaron tras explosiones nocturnas en regiones rusas cercanas a la frontera ucraniana, causando siete muertos y 66 heridos. Las autoridades rusas clasificaron los incidentes como actos de terrorismo bajo investigación del FSB.
El derrumbe de un puente ferroviario en Kursk y otro vial en Briansk provocó el descarrilamiento del tren número 86 que viajaba hacia Moscú. Los incidentes ocurrieron a aproximadamente 100 kilómetros de la frontera ucraniana.
Imágenes en redes sociales mostraron secciones colapsadas y vehículos dañados mientras equipos de rescate desplegaban operaciones de emergencia. Las autoridades rusas no establecieron vínculos oficiales con el conflicto ucraniano.
Las fuerzas rusas capturaron el pueblo de Oleksiivka en la región de Sumy, intensificando la presión sobre el norte de Ucrania. Las autoridades locales ordenaron evacuaciones obligatorias en 11 poblaciones adicionales ante el avance enemigo constante.
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El comandante ucraniano Oleksandr Syrskyi identificó Pokrovsk, Toretsk y Lyman como focos principales de los esfuerzos ofensivos rusos. La región fronteriza de Sumy enfrenta presión creciente que obliga a reubicaciones civiles masivas.
El control de Oleksiivka proporciona a las fuerzas rusas una posición estratégica para operaciones futuras hacia objetivos más profundos en territorio ucraniano. La presión en múltiples sectores complica la distribución de recursos defensivos ucranianos.
Fuente: Clarín
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