La tensión en Medio Oriente alcanzó un nuevo punto crítico esta madrugada, cuando un misil lanzado desde Irán impactó de lleno en el hospital Soroka de Beersheba, al sur de Israel. Horas después, el ejército israelí respondió con un ataque aéreo al reactor nuclear de Arak, en territorio iraní.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel confirmó el impacto en el centro de salud, que sufrió graves daños estructurales. La escena en los pasillos fue caótica: columnas de humo, vidrios rotos y personal sanitario evacuando a los pacientes. Autoridades locales alertaron sobre posibles materiales peligrosos en el sitio.
Irán atacó un hospital en Israel con un misil balístico, el hospital Soroka.
Esto es el régimen iraní. pic.twitter.com/ekoXkziIHN
— Dani Lerer (@danilerer) June 19, 2025
Según el primer ministro Benjamin Netanyahu, el hospital fue blanco de un “ataque deliberado” y prometió represalias. “Exigiremos todo el precio a los tiranos de Teherán”, expresó en la red social X.
Mientras tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel informaron que 40 aeronaves atacaron instalaciones clave en Irán, incluyendo el complejo nuclear de Arak, supuestamente usado para producir plutonio. La agencia estatal iraní IRNA denunció el bombardeo ante el Organismo Internacional de Energía Atómica y afirmó que no hubo víctimas.
Líder iraní advierte a Trump que una ofensiva militar de EE.UU. traería consecuencias irreparables
La cifra de fallecidos crece en ambos lados. Irán reporta al menos 224 muertos, mientras que en Israel se confirmaron 24 decesos por los misiles iraníes. Además, hay más de 60 heridos y daños materiales en ciudades como Tel Aviv, Ramat Gan y Holon.
Desde Teherán, las autoridades afirman que el ataque no estaba dirigido al hospital, sino a una base militar cercana. Sin embargo, las imágenes del impacto han generado conmoción dentro y fuera del país. El gobierno iraní calificó los mensajes israelíes de evacuación como “guerra psicológica”.
Unite a nuestro canal de Facebook
Los temores entre la población iraní crecen. Calles repletas, cajeros automáticos fuera de servicio y familias sin acceso a refugios resumen el panorama en Teherán. El gobierno habilitó mezquitas, escuelas y estaciones del metro como albergues temporales.
En paralelo, la presión política se intensifica. Analistas internacionales consideran que Israel podría utilizar esta ofensiva para pedir respaldo militar directo a Estados Unidos. Washington, por ahora, se mantiene cauteloso mientras Irán amenaza con extender el conflicto a través de sus aliados en la región.
Fuente: BBC