Foto: ABC Color.
En las calles de Luque, además de cumplir con su deber, el oficial Carlos Ruiz se ha ganado el cariño de la comunidad por una labor que va más allá de su uniforme. Desde hace un año y medio, dedica sus días libres a rescatar perros abandonados o víctimas de maltrato, dándoles atención, cariño y, sobre todo, una nueva oportunidad.
El lugar donde esta misión cobra vida se llama El Refugio de los Pikilines, un predio donde hoy se albergan decenas de perros rescatados. “Esto no es un refugio, es un hogar con muchos animales”, aclara Ruiz, que desde sus primeras acciones hasta hoy ha creado una red de apoyo que crece con cada historia salvada.
El proyecto nació casi por instinto. “Mi primer rescate fue en un día de lluvia. Vi a un perro mojado en la calle, lo ignoré, pero al llegar a casa y ver a mi perro seco y alimentado, no pude dejar de pensar en él. Volví, y todavía estaba ahí. Lo llevé a la veterinaria y desde entonces no paré”, relató.
El trabajo no lo hace solo. Ruiz resalta el rol clave de ña Eugenia, una mujer que presta su casa para cuidar a los animales día a día. “Yo por mi trabajo no puedo estar siempre. Ella es la que está ahí todos los días, junto con otros voluntarios que ayudan muchísimo”, comentó.
Antes de consolidar el espacio actual, Ruiz intentó albergar a todos los perritos en su propia casa. Cuando se quedó sin lugar, recurrió a la casa de su madre. Más tarde conoció a ña Eugenia, quien le ofreció su terreno, y así nació formalmente el refugio.
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A través de la cuenta de Instagram unpoliciarescata, se puede seguir el trabajo que realiza este grupo de personas, colaborar con donaciones, organizar visitas o iniciar un proceso de adopción. Eso sí, hay requisitos estrictos: tener un patio y presentar reportes del animal ya adoptado, para asegurar que nunca más vuelva a ser abandonado.
“Queremos que estén acá solo de paso. La meta es que encuentren una familia que los quiera de verdad”, finalizó Ruiz, dejando claro que, para él, la protección y la justicia no terminan en las calles, sino que también alcanzan a quienes no tienen voz.
Fuente: ABC Color
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