Italia ficha jubilados para vigilar obras públicas

En Villasanta, un pequeño municipio de Lombardía, norte de Italia, una iniciativa inédita está transformando la forma en que se vigilan las obras públicas. El ayuntamiento creó una patrulla de jubilados expertos, conocidos como umarell, para mejorar el control de trabajos municipales y otros servicios comunitarios.

La figura del umarell no es nueva en Italia. Es común ver a jubilados observar obras con atención en cualquier ciudad del país. Sin embargo, por primera vez, esta curiosa costumbre fue institucionalizada, aprovechando la experiencia técnica de quienes en su momento fueron arquitectos, ingenieros o topógrafos.

Selección técnica y participación cívica

La convocatoria lanzada por Villasanta exigía ciertos requisitos. Todos los seleccionados debían estar jubilados, contar con formación universitaria y haber trabajado en áreas técnicas. El equipo quedó conformado por ocho personas, entre ellas una mujer, y fue inscrito en el registro de Voluntarios Cívicos.

Aunque no reciben remuneración, los umarell están cubiertos por un seguro y prestan servicios en turnos de dos a tres horas. Cada uno tiene asignada una zona específica de la localidad, y sus tareas van desde supervisar obras, calles y plazas, hasta monitorear el funcionamiento del alumbrado y la recolección de residuos.

Más ojos sobre lo público

Los jubilados realizan recorridos diarios por obras viales, espacios verdes, zonas de estacionamiento y servicios de limpieza. También participan en encuestas de tráfico y reportan cualquier anomalía que detectan en la vía pública. Este sistema ha permitido al municipio mantener un monitoreo más preciso y constante de la gestión urbana.

Uno de los voluntarios, Roberto Cremona, declaró que la experiencia no solo les permite contribuir con la comunidad, sino también mantenerse activos. «Sobre todo te sientes útil para la sociedad y para ti mismo», afirmó al diario británico The Guardian.

Aplicación en contextos como Paraguay

Este tipo de iniciativa llama la atención por su carácter innovador y de bajo costo, además de aprovechar recursos humanos con amplio conocimiento. En contextos como el paraguayo, donde muchas obras públicas o municipales presentan fallas, la participación de ciudadanos capacitados podría representar un apoyo efectivo.

En Paraguay, la incorporación de jubilados técnicos en el monitoreo de obras podría reforzar los mecanismos de control ciudadano. Las falencias en pavimentos recién inaugurados, sistemas de drenaje defectuosos o espacios verdes mal mantenidos son situaciones frecuentes en distintos municipios.

Supervisión vecinal como política pública

Formalizar este tipo de participación no solo fortalece la transparencia, sino que también promueve el sentido de pertenencia. Los gobiernos locales podrían considerar programas similares, inscribiendo a jubilados con perfil técnico como voluntarios para acompañar proyectos y reportar irregularidades.

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Si bien en Villasanta el enfoque es modesto, la experiencia podría escalar en ciudades más grandes, adaptándose a sus necesidades. Incluir a la ciudadanía en el control directo de las obras públicas mejora la eficiencia y fortalece la confianza en la gestión.

Fuente: Xataka

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