Senador Nacional Luis Pettengill.
Carniceros del Mercado 4 de Asunción contradijeron las declaraciones del senador Luis Pettengill, quien afirmó que el puchero se puede conseguir por G. 10.000 el kilo. Aseguran que ese precio no se refleja en la realidad del mercado ni siquiera para cortes de segunda, y mucho menos para los que se utilizan habitualmente en guisos.
Según explicó Juan Carlos González, carnicero del populoso centro de abasto, el puchero de primera actualmente cuesta G. 18.000 el kilo, mientras que la carnaza ronda los G. 55.000. Indicó que si existe carne a G. 10.000, probablemente sea de muy baja calidad, y aclaró que ni en supermercados se encuentra a ese valor.
Para González, los comentarios del senador podrían haber sido mal expresados, aunque remarcó que la población no puede vivir solamente a base de puchero. Considera necesario que se genere una reducción en los precios para permitir que las familias accedan a cortes más variados y dignos como el asado o la milanesa.
La presión de los precios recae con más fuerza sobre quienes viven con el salario mínimo. Según los carniceros, las subas se sienten especialmente en cortes populares como la carnaza, y eso obliga a muchas familias a recurrir a opciones más baratas como el cerdo, el pollo o las menudencias.
Ninfa Roa, otra trabajadora del Mercado 4, explicó que hoy se venden más menudencias que cualquier otro corte, ya que es lo único accesible para gran parte de la población. Señaló que con G. 5.000 una familia puede llevar algo de hígado, mondongo o corazón y preparar una comida.
Indicó que el aumento de precios también generó un repunte en la venta de patas de vaca, que muchas veces reemplazan al puchero para la preparación de caldos. Estas alternativas, aunque menos valoradas, se convirtieron en las más buscadas por quienes no pueden costear cortes tradicionales.
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Roa también expresó que la carne de primera ya quedó fuera del alcance de las familias numerosas. A modo de ejemplo, señaló que con cinco hijos resulta inviable comprar carne a G. 65.000 el kilo, como se comercializa actualmente. Esto genera una creciente desigualdad alimentaria entre clases sociales.
A la polémica se sumó una denuncia en redes sociales. El usuario @aisman6 señaló que el mismo senador que afirma que el puchero cuesta G. 10.000, le vende ese mismo corte al Estado por más del doble de ese precio.
La publicación incluye capturas de pantalla de licitaciones públicas donde aparece el Frigorífico Guaraní, propiedad de Pettengill, como proveedor estatal. “Encima tiene un frigorífico, se supone que debe conocer los precios, además es super proveedor del Estado”, expresó.
La polémica declaración de Pettengill dejó al descubierto la desconexión entre los discursos políticos y los precios reales en los mercados populares. Los trabajadores del Mercado 4 insisten en que los legisladores deberían conocer mejor la realidad económica de las familias paraguayas.
Fuente: ABC Color
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