Una peligrosa combinación de hacinamiento extremo y brote de tuberculosis sacude a la Penitenciaría Regional de San Pedro de Ycuamandiyú. El penal, con capacidad para 850 personas, aloja actualmente a más de 1.500 internos, lo que duplica su límite estructural y convierte al centro penitenciario en una zona de riesgo sanitario severo.
Ante esta emergencia, la Segunda Región Sanitaria realizó una jornada de Atención Extramural con apoyo del personal médico del penal. Bajo la coordinación del director del reclusorio, Carlos Silva, se atendieron a 357 reclusos con síntomas respiratorios y se diagnosticaron casos sospechosos y confirmados de tuberculosis. También se aplicaron vacunas contra la influenza, se realizaron estudios laboratoriales y se desarrollaron charlas preventivas sobre enfermedades transmisibles.
Brote de tuberculosis en cárceles alerta al sistema de salud
Del operativo participaron médicos de Unidades de Salud Familiar, enfermeros del penal, autoridades sanitarias locales y especialistas como la neumóloga Edith Gayoso. El director regional de Salud, Darío Soria, y el director médico del hospital regional, Jaime Dunjó, encabezaron el equipo de intervención.
Según los datos oficiales, actualmente hay 101 internos con tuberculosis activa y al menos cuatro casos confirmados de VIH. En lo que va del año, ya fallecieron dos reclusos por tuberculosis. La infraestructura colapsada impide el aislamiento adecuado de los infectados, y solo los casos de VIH fueron tratados bajo protocolo diferenciado. A esto se suma la escasa cantidad de personal sanitario: solo cinco médicos y nueve licenciadas en enfermería atienden a toda la población carcelaria.
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El trasfondo de esta crisis también es judicial. Solo 296 de los más de 1.500 internos cuentan con sentencia firme. El resto se encuentra en prisión preventiva, lo que refleja no solo una lentitud procesal grave, sino también un factor central del hacinamiento.
Como medida inmediata, el Programa Nacional de Tuberculosis enviará personal especializado por un mes para reforzar el control, diagnóstico y tratamiento dentro del penal. Sin embargo, autoridades y expertos coinciden en que esto no resuelve el problema estructural.
Fuente: ABC Color







