Foto: Costas Baltas/Anadolu Agency/IMAGO
Grecia enfrenta una de las peores crisis ambientales del verano 2025. Desde hace una semana, una ola de calor sin precedentes desató una serie de incendios forestales que se expanden rápidamente por todo el país. Con temperaturas que superaron los 45 °C, el fuego ya obligó a evacuar a más de 7.000 personas y ha provocado daños considerables en zonas urbanas y rurales.
La situación más tensa se vivió en la localidad de Kryoneri, ubicada a unos 20 kilómetros al norte de Atenas. Allí, el fuego avanzó con rapidez, destruyendo viviendas, comercios e instalaciones industriales, antes de ser parcialmente controlado. Este domingo, bomberos y voluntarios seguían operando en la zona con 220 efectivos, 70 vehículos y helicópteros cisterna, intentando enfriar los puntos calientes y evitar rebrotes.
Según informaron autoridades griegas en conferencia de prensa, al menos cinco personas fueron hospitalizadas por problemas respiratorios y quemaduras, incluyendo un bombero que sufrió lesiones leves durante las tareas de control.
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La emergencia se extendió también al sur del país. En la isla de Cítera, en el mar Jónico, se ordenó la evacuación de cuatro aldeas, sumándose a las más de diez que fueron desalojadas el día anterior. Las condiciones meteorológicas siguen siendo adversas, con temperaturas extremas, baja humedad y vientos secos que favorecen la propagación del fuego.
El gobierno griego mantiene activos varios frentes de respuesta, con unidades de protección civil, fuerzas armadas y asistencia aérea. A su vez, solicitó apoyo internacional para enfrentar la magnitud de la catástrofe ambiental.
Fuente: DW
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