Foto: Mohd Rasfan/REUTERS
Después de cinco días de intensos enfrentamientos armados en la frontera, Tailandia y Camboya alcanzaron este lunes un acuerdo de alto al fuego “inmediato e incondicional”, con entrada en vigor a partir de la medianoche. El pacto fue anunciado desde Malasia por el primer ministro Anwar Ibrahim, en su calidad de presidente de la ASEAN.
El acuerdo marca un punto de inflexión tras los combates que dejaron 35 muertos —22 tailandeses y 13 camboyanos— además de decenas de heridos y cerca de 300.000 desplazados que buscan refugio en centros de evacuación. Las hostilidades habían estallado el jueves 24 de julio tras semanas de tensión en la zona limítrofe, con el uso de cazas F-16, cohetes BM-21 y otras armas pesadas.
La reunión entre el primer ministro interino tailandés, Phumtham Wechayachai, y el premier camboyano, Hun Manet, contó con la presencia de los embajadores de Estados Unidos y China en Malasia, en calidad de observadores. Anwar destacó que el cese al fuego representa “un paso vital hacia la desescalada y la restauración de la paz”.
En el marco de este nuevo compromiso, se prevén al menos dos encuentros bilaterales: el primero este martes entre jefes militares y otro el 4 de agosto, con el objetivo de reforzar la coordinación en la zona fronteriza y evitar nuevas confrontaciones.
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El mandatario camboyano agradeció expresamente la mediación del expresidente estadounidense Donald Trump y la participación de China. Además, manifestó su voluntad de restablecer los canales diplomáticos, deteriorados tras el retiro mutuo de embajadores.
Por su parte, el representante tailandés valoró el acuerdo como una forma de proteger la soberanía y evitar más pérdidas humanas. Ambos gobiernos coincidieron en la importancia de evitar nuevas provocaciones y avanzar hacia una relación bilateral estable.
Fuente: DW
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