La mañana del 1 de agosto de 2004 permanece grabada en la memoria del país. Eran las 11:20 cuando una explosión seguida de un incendio arrasó el supermercado Ycuá Bolaños, en el barrio Santísima Trinidad de Asunción. Lo que debía ser un domingo cualquiera terminó en una de las mayores tragedias del país: 394 personas murieron, seis continúan desaparecidas y más de 500 resultaron heridas.
Aquel siniestro atrapó a decenas de familias dentro del local, cuyas puertas —según las denuncias— fueron cerradas para evitar robos. Gritos, desesperación y humo se apoderaron del lugar en cuestión de minutos. El saldo fue devastador. Algunos cuerpos jamás fueron encontrados, dejando a sus familias con el peso de una incertidumbre que perdura hasta hoy.
Las cicatrices no son solo físicas. Veintiún años después, el dolor persiste en sobrevivientes y en los familiares de quienes perdieron la vida. Muchos fueron indemnizados, pero la mayoría no encontró en la justicia una verdadera reparación. Juan Pío Paiva y Víctor Daniel Paiva, empresarios responsables, cumplieron parte de sus condenas antes de fallecer en libertad, dejando una sensación de impunidad que aún indigna.
Sin embargo, la memoria no se apaga. El antiguo predio del supermercado fue transformado en el Sitio de Memoria y Centro Cultural 1A – Ycuá Bolaños, un espacio que honra a las víctimas y mantiene vivo el reclamo de justicia. Allí se realizan actividades conmemorativas, visitas guiadas y encuentros culturales.
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Este viernes 1 de agosto, en ese mismo espacio, se celebrará la segunda edición del Festival “Ecos de Esperanza”, declarado de interés nacional y cultural por la Cámara de Diputados.
El evento artístico, con acceso libre y gratuito, arrancará a las 20:00 horas con una programación cargada de música, memoria y compromiso. La propuesta fue impulsada por el diputado Benjamín Cantero (ANR–Canindeyú).
Organizado junto con la Coordinadora de Víctimas de Ycuá Bolaños, el festival busca mantener viva la historia y fortalecer la conciencia colectiva sobre lo ocurrido. No se trata solo de recordar, sino de exigir que tragedias como esta no se repitan y que los responsables enfrenten las consecuencias.
Fuente: Megacadena
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