Foto: Timothy A. Clary / AFP
El Salvador vive un giro institucional de alto impacto: el Congreso aprobó por amplia mayoría una reforma constitucional que habilita la reelección presidencial indefinida, extiende el mandato de cinco a seis años y elimina la segunda vuelta electoral. La medida fue respaldada por 57 de los 60 legisladores, en su mayoría afines al presidente Nayib Bukele.
La nueva ley también establece que el actual periodo presidencial, iniciado en 2024, culminará anticipadamente en 2027. En ese año, se celebrarán elecciones presidenciales, legislativas y municipales de manera concurrente. Bukele, por ahora, no se ha pronunciado sobre el cambio, aunque su popularidad y control del Congreso facilitaron la maniobra legal.
Desde el oficialismo, la diputada Ana Figueroa justificó la medida como una forma de empoderar al pueblo y dar estabilidad política, jurídica y económica. “El presidente debe tener las mismas condiciones que otros cargos de elección popular”, afirmó.
Sin embargo, la oposición rechazó de forma enérgica la reforma. “Este día murió la democracia”, denunció la diputada Marcela Villatoro, levantando un cartel en plena sesión. Su colega Claudia Ortiz advirtió que esta reforma “perpetúa a un pequeño grupo en el poder” y profundiza las desigualdades en el país.
El cambio constitucional llega en medio de crecientes cuestionamientos internacionales. Organismos de derechos humanos como Human Rights Watch y Cristosal alertaron sobre el debilitamiento del sistema democrático. “Es el camino de los autócratas”, advirtió Juanita Goebertus, directora para las Américas de HRW.
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El respaldo a Bukele, no obstante, se mantiene alto. Su ofensiva contra las pandillas, bajo un prolongado estado de excepción desde 2022, ha reducido drásticamente los homicidios, convirtiendo al país en uno de los más seguros de la región. Pero el costo ha sido severamente criticado: más de 75.000 detenciones, muchas sin pruebas ni procesos judiciales adecuados, según ONG.
Bukele ha sido contundente frente a las críticas. “Me tiene sin cuidado que me llamen dictador”, dijo en enero, defendiendo la continuidad del régimen de excepción mientras sea necesario para mantener la seguridad.
Fuente: BBC
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