El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro sale de la sede del Partido Liberal. Foto EFE
El Supremo Tribunal Federal de Brasil ordenó el arresto domiciliario del ex presidente Jair Bolsonaro, acusado de liderar un plan golpista para revertir el resultado de las elecciones de 2022. La medida fue tomada por el magistrado Alexandre de Moraes tras considerar que Bolsonaro violó las restricciones impuestas por la Corte.
La decisión fue adoptada luego de que el expresidente participara indirectamente en manifestaciones en Río de Janeiro, cuyas imágenes fueron difundidas en redes sociales por sus aliados. Según el juez, estas acciones representan una desobediencia deliberada a las órdenes judiciales vigentes.
El magistrado sostuvo que Bolsonaro utilizó sus redes y contactos para generar presión sobre el Supremo Tribunal y obstaculizar el curso de la justicia. La publicación de una conversación con su hijo Flávio en Instagram fue citada como parte de esta estrategia.
En consecuencia, además del arresto domiciliario, Moraes ordenó la incautación de los teléfonos del ex mandatario y prohibió cualquier visita no autorizada por la Corte, así como el uso de dispositivos electrónicos o redes sociales por parte del acusado.
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Bolsonaro ya había sido obligado a portar una tobillera electrónica desde hace dos semanas, ante el riesgo de fuga señalado por la Policía Federal. Esta última también advirtió sobre posibles intentos de injerencia extranjera en el proceso judicial.
Las autoridades brasileñas sostienen que Bolsonaro y su entorno intentaron involucrar a Estados Unidos en el conflicto, buscando sanciones contra el sistema judicial brasileño. Este hecho fue reforzado por recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien justificó aranceles del 50 % a Brasil alegando una “persecución política” contra su aliado.
La ministra de Relaciones Institucionales de Brasil, Gleisi Hoffmann, acusó al entorno de Bolsonaro de promover una estrategia de desestabilización e injerencia extranjera, comprometiendo la soberanía del país.
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En su declaración, la Fiscalía brasileña presentó cargos por intento de golpe de Estado, abolición violenta del orden democrático y conspiración criminal armada. También se investigan delitos por daño agravado a bienes patrimoniales del Estado.
El caso se intensificó tras los incidentes del 8 de enero de 2023, cuando manifestantes bolsonaristas irrumpieron en las sedes de los tres poderes en Brasilia. Según la investigación, ese motín buscaba justificar una intervención militar.
Bolsonaro es señalado como la figura central de una red que habría operado desde 2021 con el objetivo de desconocer los resultados electorales y evitar la asunción de Lula da Silva. Las diligencias judiciales continúan en curso, con nuevas medidas restrictivas contra el exmandatario.
Fuente: Clarín
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