Emi Moriya, directora interina de RR. HH. de la Municipalidad de Asunción. Captura de ABCTV
El equipo interventor de la Municipalidad de Asunción retrocedió en la decisión de aplicar un recorte del 50% de bonificaciones y eliminar pagos por trabajo en domingos y feriados tras la presión ejercida por sindicatos municipales. Emi Moriya, directora interina de Recursos Humanos, confirmó que la medida queda sin efecto pese a que habría representado un ahorro de G. 2.600 millones para la comuna. La institución no tiene asegurado el pago de salarios de agosto y enfrenta una crisis financiera que heredó de la gestión de Óscar “Nenecho” Rodríguez.
La Dirección de Recursos Humanos había dispuesto la reducción de beneficios por responsabilidad en el cargo y gestión administrativa, encargando a los directores la redistribución según méritos mediante memorándum enviado a las dependencias comunales. La disposición prohibía además la emisión de órdenes de trabajo complementarias para personal operativo y administrativo durante domingos y feriados. Solo nueve direcciones respondieron al plazo establecido para el miércoles 13 de agosto al mediodía, evidenciando la resistencia interna a las medidas de austeridad.
Moriya sugirió que la presión de los sindicatos influyó en la falta de respuesta de los directores al memorándum, generando un ambiente de resistencia institucional a las medidas correctivas. Con el retroceso, el recorte no se aplicará ni para las direcciones que respondieron ni para las que omitieron hacerlo. La directora confirmó que ya no estará a cargo de la liquidación de agosto, ya que la intervención culminará el 23 de agosto tras haber iniciado el 24 de junio.
La medida de austeridad habría representado un ahorro estimado de G. 2.600 millones, recursos fundamentales para una comuna que no puede recurrir al déficit temporal de caja como en años anteriores. Moriya explicó que anteriormente se financiaban los salarios del segundo semestre con préstamos, opción que ya no está disponible en la actual situación financiera. La directora advirtió que sin cerrar las “canillas” de erogaciones, no existen garantías de pagar el salario de agosto, ya que “se deja de honrar a los acreedores para poder pagar salarios y ahora eso también está en riesgo”.
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La situación operativa refleja la gravedad de la crisis, con la comuna sin recursos básicos como tinta y papel para su funcionamiento diario. Moriya explicó que el dinero ahorrado habría financiado gastos operativos esenciales, permitiendo mantener la continuidad de servicios municipales. La ausencia de proyecciones de grandes ingresos por recaudaciones del segundo semestre agrava la perspectiva financiera pese a los esfuerzos del equipo interventor.
El espíritu de la medida buscaba optimizar recursos mediante redistribución justa de beneficios, según explicó Moriya. La directora denunció que personas que perciben beneficios como derechos adquiridos no necesariamente trabajan, mientras quienes efectivamente laboran no reciben compensaciones adicionales por limitaciones presupuestarias. Las medidas intentaron apelar a la conciencia de los titulares para lograr redistribución equitativa basada en el desempeño real.
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Los intentos de aplicar estas medidas se remontan a abril, antes de la intervención, pero enfrentaron fuerte rechazo sindical que impidió su implementación durante más de tres meses. Moriya lamentó que asegurar beneficios de unos pocos ponga en riesgo los salarios de la mayoría de funcionarios municipales. Los sindicatos han mantenido resistencia sistemática a cualquier ajuste, priorizando mantener el status quo sobre la sostenibilidad financiera institucional.
Concejales de oposición respaldaron los recortes propuestos, diferenciando entre salarios obligatorios y bonificaciones sujetas a disponibilidad financiera. Humberto Blasco señaló que las bonificaciones se pagan solo si hay recursos disponibles, mientras Félix Ayala reveló que de los USD 90 millones anuales en servicios personales, apenas USD 65 millones corresponden a salarios básicos. Álvaro Grau propuso rescindir contratos con funcionarios que no cumplen funciones, estimando que la comuna podría operar con menos de la mitad del personal actual. Nenecho entregó una Municipalidad con 9.119 funcionarios y un gasto mensual de USD 7 millones, mientras el interventor Carlos Pereira encontró activos de solo G. 46.000 millones frente a pasivos de G. 2,3 billones.
Fuente: ABC Color
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