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Trump recibe a Zelenski y líderes europeos en Washington

El presidente ucraniano Zelenski y los principales líderes europeos se reúnen con Trump en Washington en una cumbre sin precedentes por la guerra en Ucrania.

Seguridad reforzada en la Casa Blanca, horas antes de la cumbre Trump-Zelenski. Foto: Reuters

Los principales mandatarios europeos convergieron en Washington para participar en una cumbre sin precedentes en la Casa Blanca, donde Donald Trump recibirá al presidente ucraniano Volodimir Zelenski. El encuentro se desarrolla en un momento crítico de las negociaciones sobre el conflicto ucraniano tras el frustrado encuentro entre Trump y Vladimir Putin en Alaska. Los líderes europeos viajaron de urgencia para evitar que se fracture la alianza transatlántica. La reunión marca un punto de inflexión en las relaciones diplomáticas occidentales.

La agenda oficial establece que los dirigentes europeos llegarán a la Casa Blanca al mediodía hora local, seguidos por Zelenski una hora después para una reunión bilateral con Trump. El protocolo incluye una fotografía oficial de todos los participantes antes del inicio de las sesiones de trabajo. A las 15:00 horas se desarrollará la reunión multilateral con todos los mandatarios presentes. La logística del encuentro refleja la complejidad de las negociaciones en curso.

Entre los participantes confirmados figuran el primer ministro británico Keir Starmer, el secretario general de la OTAN Mark Rutte y la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen. También asistirán la primera ministra italiana Giorgia Meloni, el canciller alemán Friedrich Merz, el presidente francés Emmanuel Macron y el mandatario finlandés Alexander Stubby. La presencia simultánea de estos líderes subraya la gravedad de la situación diplomática. Sus agendas internas fueron suspendidas para priorizar esta cumbre de emergencia.

Trump intensificó la presión sobre Zelenski mediante declaraciones en redes sociales la noche previa al encuentro. El presidente estadounidense advirtió que Ucrania no podrá recuperar la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014. También descartó categóricamente el ingreso de Ucrania a la OTAN como parte de cualquier acuerdo de paz. Estas posiciones coinciden con los objetivos estratégicos del Kremlin y contradicen las demandas ucranianas y europeas.

La reunión entre Trump y Putin en la base militar de Anchorage concluyó sin resultados concretos el viernes anterior. El encuentro marcó un cambio en la posición estadounidense, que dejó de exigir un alto el fuego inmediato para favorecer un acuerdo de paz permanente. Esta nueva orientación beneficia los intereses rusos al permitir consolidar las ganancias territoriales obtenidas durante el conflicto. Las autoridades ucranianas y europeas interpretaron este giro como una concesión peligrosa.

Los líderes europeos respondieron organizando este viaje de emergencia para acompañar a Zelenski y presentar un frente unido ante Trump. La coordinación europea busca evitar que el presidente ucraniano sea presionado para aceptar condiciones inaceptables en negociaciones bilaterales. La estrategia incluye reforzar los compromisos transatlánticos y mantener la unidad occidental frente a las presiones rusas. El despliegue diplomático europeo refleja la preocupación por la evolución de la política estadounidense.

Zelenski llegó a Washington expresando gratitud por la invitación presidencial pero reafirmando las posiciones ucranianas fundamentales. El mandatario ucraniano enfatizó que cualquier acuerdo de paz debe ser duradero y no repetir los errores del pasado. Recordó que las concesiones territoriales anteriores, incluida Crimea, fueron utilizadas por Rusia como plataformas para nuevas agresiones. Sus declaraciones buscan contrarrestar las presiones para aceptar un acuerdo desfavorable.

Las fuentes diplomáticas europeas expresaron preocupación por la posibilidad de que Trump presione a Zelenski para aceptar términos acordados previamente con Putin. La exclusión del líderes ucraniano de las conversaciones de Alaska generó inquietud sobre la legitimidad de cualquier acuerdo alcanzado. Los funcionarios europeos temen que se impongan condiciones que comprometan la soberanía territorial ucraniana. La presencia colectiva europea pretende equilibrar estas presiones unilaterales.

Según informaciones oficiales, Trump habría sugerido que Putin aceptaría un acuerdo si Ucrania entrega la región oriental de Donetsk, incluyendo territorios actualmente bajo control ucraniano. Esta propuesta implicaría la pérdida de posiciones defensivas estratégicas y aumentaría la vulnerabilidad ucraniana ante futuras ofensivas rusas. Zelenski rechazó previamente cualquier concesión territorial que debilite la capacidad defensiva del país. Las diferencias sobre este punto central amenazan el éxito de las negociaciones.

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El secretario de Estado Marco Rubio calificó como narrativa mediática estúpida las sugerencias sobre presiones estadounidenses contra Zelenski. Sus declaraciones buscan minimizar las tensiones evidentes entre las posiciones estadounidenses y europeas sobre el conflicto. Sin embargo, las acciones diplomáticas europeas contradicen esta versión oficial. La movilización sin precedentes de líderes europeos hacia Washington confirma la gravedad de las preocupaciones sobre la dirección de la política estadounidense.

La cumbre de Washington representa un momento decisivo para el futuro del conflicto ucraniano y las relaciones transatlánticas. El resultado de estas negociaciones determinará si se mantiene la unidad occidental o si emergen fracturas que beneficien los objetivos estratégicos rusos. Los líderes europeos enfrentan el desafío de influir en las decisiones estadounidenses mientras preservan sus propios intereses de seguridad. La historia juzgará si esta diplomacia de emergencia logró prevenir una ruptura en la alianza occidental.

Fuente: Paula Lugones para Clarín