Cumbre Zelenski-Putin depende de plan de seguridad de Trump

La posibilidad de un encuentro entre Volodímir Zelenski y Vladimir Putin continúa condicionada por la definición de un mecanismo de seguridad que desincentive cualquier intento futuro de invasión rusa. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, asumió el compromiso de impulsar ese esquema tras las conversaciones mantenidas en Washington con líderes europeos.

Zelenski planteó que sin un respaldo internacional sólido, cualquier armisticio corre el riesgo de convertirse en una pausa temporal antes de una nueva ofensiva rusa. La premisa fue compartida por Francia y Reino Unido, cuyos mandatarios Emmanuel Macron y Keir Starmer remarcaron la necesidad de blindar la soberanía ucraniana frente a los planes expansionistas del Kremlin.

Trump mantuvo un diálogo de cuarenta minutos con Putin, en el que expuso las ideas discutidas en la Casa Blanca. El líder ruso no rechazó de plano la iniciativa, aunque reiteró su oposición a que Ucrania integre la OTAN, condición que sigue siendo una de las líneas rojas de Moscú.

La Casa Blanca trabaja sobre tres hipótesis principales: una fuerza de paz europea con apoyo logístico estadounidense que complemente al ejército ucraniano; el despliegue de unidades rápidas capaces de responder ante movimientos sorpresivos del Kremlin; y una fuerza de observación encargada de monitorear el territorio ucraniano con inteligencia suministrada por Estados Unidos.

Con instrucción directa de Trump, figuras republicanas como J.D. Vance y Marco Rubio, junto al empresario Steve Witkoff, participan en las conversaciones exploratorias con la administración rusa. En paralelo, el vicepresidente estadounidense, el secretario de Estado y el enviado especial de la Casa Blanca negocian con el canciller Serguéi Lavrov y el asesor Yuri Ushakov.

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La agenda diplomática incluye consultas permanentes con Francia, Reino Unido, Italia y Alemania. El objetivo es fijar antes de fin de agosto una cumbre entre Zelenski y Putin que abra la posibilidad de un armisticio. Sin embargo, las exigencias de Moscú siguen siendo un escollo: Putin insiste en anexar Donetsk y Luhansk, además de congelar las líneas de combate en Kherson y Zaporiyia, algo que Kiev y sus aliados rechazan.

Trump dejó claro que Europa es la primera línea de defensa, pero aseguró que Estados Unidos no permanecerá al margen. “Ellos son la primera línea de defensa porque están allí. Son Europa. Pero nosotros también vamos a ayudarlos. Estaremos involucrados”, afirmó desde la Casa Blanca.

Fuente: Infobae

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