Imagen ilustrativa. Sora
Un Tribunal de Sentencia de Ciudad del Este condenó a 17 años de pena privativa de libertad a un hombre de 48 años por abusar sistemáticamente de su hija menor de edad. La víctima quedó embarazada en cuatro oportunidades como resultado de las agresiones sexuales, dando a luz tres niñas y un varón entre 2016 y 2024.
El procesado fue declarado culpable de los delitos de abuso sexual en niños, coacción sexual, violación e incesto por el Tribunal integrado por los jueces Zunilda Martínez Noguera, Edgar Lezcano y Herminio Montiel. La fiscala Carolina Rosa Gadea presentó pruebas documentales y testimoniales que demostraron la existencia de los hechos y la responsabilidad penal del acusado.
Los abusos comenzaron en 2015 cuando la menor tenía 12 años de edad. Las agresiones ocurrían en el domicilio familiar ubicado en el kilómetro 11 Acaray durante las madrugadas. Un médico forense determinó que la víctima se encontraba en 27 semanas de gestación, naciendo la primera hija el 19 de marzo de 2016, quien actualmente tiene 9 años.
En 2018, pese a que el acusado se encontraba prófugo con orden de captura vigente, la madre de la víctima decidió perdonarlo y permitir su regreso al hogar familiar. El agresor aprovechó esta oportunidad para reincidir en los abusos contra su hija, quien entonces tenía 15 años y quedó embarazada por segunda vez.
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El nuevo embarazo generó la reacción de la madre, quien expulsó tanto al agresor como a la víctima del domicilio familiar. Ambos se trasladaron a un asentamiento en la calle 2.000 del kilómetro 9 de Ciudad del Este, donde el 7 de febrero de 2019 nació el segundo hijo, un varón que hoy tiene 6 años de edad.
La convivencia forzada entre el agresor y su hija se prolongó hasta 2024, período durante el cual los abusos sexuales continuaron de manera sistemática. La víctima era constantemente amenazada por su progenitor para mantener silencio sobre las agresiones. Durante este tiempo nacieron dos niñas más: una en marzo de 2021, actualmente de 4 años, y la última en julio de 2024, de 1 año.
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La Policía Nacional capturó finalmente al agresor sexual en cumplimiento de una orden judicial emitida por el Ministerio Público y el Juzgado de Garantías correspondiente. El proceso judicial culminó con la condena de 17 años de prisión, sanción que refleja la gravedad de los delitos cometidos contra la menor durante casi una década.
El caso evidencia la vulnerabilidad de menores en entornos familiares y la importancia de la intervención del sistema judicial para proteger a las víctimas de violencia sexual. La sentencia establece un precedente sobre la aplicación de la justicia en casos de abuso sexual infantil e incesto, delitos que requieren respuestas contundentes del Estado para garantizar la protección de la infancia.
Fuente: ABC Color
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