Foto: PSA
El empresario Ariel García Furfaro, propietario del laboratorio HLB Pharma, se entregó ayer a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en Argentina. La medida responde a la orden del juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, en el marco de la investigación por el suministro de fentanilo contaminado que habría provocado la muerte de al menos 96 pacientes en hospitales del país.
La captura de García Furfaro, de 49 años, se concretó en horas de la noche, tras varios operativos que incluyeron allanamientos en 10 domicilios y sedes comerciales. La detención se dio cien días después de iniciada la causa, en la que también fueron arrestadas otras nueve personas, entre ellas familiares y directivos vinculados a las empresas HLB Pharma y Laboratorios Ramallo.
Entre los detenidos figuran los hermanos Hernán y Diego García Furfaro, así como su madre Nilda Furfaro, expresidenta de una de las compañías del grupo. También fueron alcanzados por la medida el director general de ambas firmas, Javier Tchukran, y los directores técnicos Carolina Ansaldi, Víctor Boccaccio y José Antonio Maiorano. A ellos se suman Horacio Tallarico y Rodolfo Labrusciano, autoridades de Ramallo.
El empresario detenido ya contaba con antecedentes judiciales, pues cumplió condena en la provincia de Buenos Aires por tentativa de homicidio. Además, las investigaciones revelaron incumplimientos reiterados de las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) en sus laboratorios, lo que lo ubicó en el centro de las sospechas desde el inicio del proceso.
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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó las capturas a través de sus redes sociales con un mensaje contundente: “El que las hace, las paga”. Pasadas las 22:30, las autoridades confirmaron la detención de los diez acusados, incluyendo a García Furfaro, quien no fue encontrado en su residencia del country San Diego, en Moreno, y finalmente se presentó ante la PSA.
El caso también revela conexiones polémicas fuera de Argentina. Los hermanos García Furfaro habían iniciado la construcción de una planta industrial en Ciudad del Este, en plena Triple Frontera, zona señalada históricamente por actividades de contrabando y narcotráfico.
En ese contexto, trascendió una fotografía de Ariel García con el expresidente Horacio Cartes designado significativamente corrupto por Estados Unidos, a quien el empresario dijo admirar por los cambios que habría impulsado durante su gobierno.
Fuente: Clarín
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