Estudiantes paraguayos ven autoritaria la disciplina escolar de El Salvador y creen que no funcionaría en el país

Un nuevo código disciplinario comenzó a aplicarse esta semana en las 5.100 escuelas públicas de El Salvador, generando un debate que trascendió fronteras. Las normas, impulsadas por la ministra de Educación Karla Trigueros —una capitana militar nombrada por el presidente Nayib Bukele— incluyen desde cortes de cabello reglamentados hasta la obligación de saludar al docente al ingresar al aula.

El paquete de disposiciones, bautizado como “código de cortesía escolar”, establece que cada incumplimiento será registrado como un demérito. En la práctica, acumular 15 faltas puede significar la imposibilidad de avanzar de grado. El esquema, considerado rígido por docentes y gremios salvadoreños, plantea también exigencias sobre el vestuario de los estudiantes.

En Paraguay, la reacción estudiantil fue inmediata. Valeria Zayas, dirigente de la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (Unepy), comparó la medida con los años del régimen stronista, cuando se imponían reglas estrictas que limitaban la expresión personal. “En nuestro país una norma así sería inconstitucional”, advirtió.

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La representante estudiantil agregó que las condiciones sociales en Paraguay son muy diferentes a las de El Salvador. Señaló que gran parte de la población enfrenta dificultades económicas y que exigir uniformidad en la apariencia sería un obstáculo para garantizar el acceso a la educación. “No se puede negar el derecho a estudiar a un niño por su vestimenta o corte de cabello”, expresó.

La implementación de esta normativa fue criticada incluso por docentes salvadoreños, quienes la calificaron de una “militarización” del sistema educativo. Desde su perspectiva, la disciplina debe fortalecerse con pedagogía y acompañamiento, no con sanciones que condicionen el futuro académico de los alumnos.

Fuente: ABC Color

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