Foto: REUTERS/Ronen Zvulun
Un nuevo episodio de violencia golpeó a Israel este lunes en la entrada noroeste de Jerusalén. Al menos seis personas murieron y varias resultaron heridas tras un ataque armado contra un autobús de pasajeros y una parada de transporte en la zona de Ramot Junction, una de las principales vías de acceso a la ciudad.
Según confirmó el servicio de emergencias Magen David Adom, cuatro víctimas perdieron la vida en el lugar y una quinta falleció posteriormente en el hospital. Entre los fallecidos se encuentran un hombre de unos 50 años y tres personas en la treintena. Además, al menos siete heridos graves y otros con lesiones de diversa consideración fueron trasladados a hospitales de la capital israelí.
De acuerdo con la Policía de Israel, los responsables fueron identificados como residentes palestinos de Cisjordania. Ambos fueron abatidos en la escena por un civil armado y un miembro de las fuerzas de seguridad que se encontraban en la zona. Los atacantes abrieron fuego primero contra un autobús y luego contra una parada concurrida en plena hora pico.
Tras el tiroteo, se desplegaron unidades de investigación y refuerzo militar en Jerusalén y alrededores. El Ejército israelí (FDI) informó que sus soldados realizaron búsquedas en coordinación con la policía y rodearon sectores de Ramala en Cisjordania, con el fin de prevenir nuevas acciones armadas.
El primer ministro Benjamin Netanyahu convocó a su gabinete de seguridad de forma urgente para evaluar la situación y adoptar medidas adicionales. Mientras tanto, la seguridad fue reforzada en la capital con controles estrictos y patrullajes en áreas sensibles.
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La reacción de los grupos armados palestinos no se hizo esperar. Hamas celebró lo ocurrido como una “operación heroica”, aunque no reivindicó la autoría. En un comunicado, el movimiento islamista señaló que se trató de una “respuesta natural” a las operaciones militares de Israel. La Yihad Islámica se expresó en términos similares, pidiendo intensificar la confrontación.
El ataque se enmarca en un clima de creciente tensión en Medio Oriente, donde los enfrentamientos entre fuerzas israelíes y militantes palestinos se han intensificado en los últimos meses. Los hospitales de Jerusalén mantienen la alerta ante la posibilidad de recibir más víctimas, mientras la investigación oficial busca esclarecer cómo se organizó la emboscada y si existieron cómplices detrás de la acción.
Fuente: Infobae
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