Oficios técnicos. Foto de archivo.
La falta de mano de obra especializada en Paraguay genera preocupación entre empresarios y especialistas en empleo. El déficit de plomeros, electricistas y técnicos en climatización se presenta como un desafío que podría impactar directamente en la economía y en la capacidad de respuesta del mercado laboral.
El auge de la construcción privada y la demanda creciente de servicios técnicos intensifican el problema. Muchos edificios y viviendas requieren mantenimiento inmediato, pero la cantidad de profesionales disponibles no es suficiente. Esta situación provoca retrasos, encarece servicios y genera una presión sostenida sobre un sector clave.
El especialista en empleo Enrique López Arce advierte que solo el mantenimiento de equipos de aire acondicionado mueve alrededor de 223 millones de dólares al año. Esta cifra, en aumento constante, está en riesgo por la carencia de técnicos calificados. El fenómeno amenaza con limitar la competitividad del país en un área que crece al ritmo del desarrollo urbano.
Cada año egresan unos 60.000 jóvenes de la Educación Media en Paraguay. Sin embargo, gran parte de ellos no elige oficios técnicos pese a la rápida inserción laboral y los ingresos atractivos que ofrecen. La mayoría opta por carreras vinculadas a la informática, lo que deja vacíos en áreas esenciales para el funcionamiento cotidiano de empresas y hogares.
López Arce señala que esta brecha no es un problema aislado de Paraguay, sino una tendencia global. En muchos países, los oficios técnicos son ocupados principalmente por adultos mayores de 50 años. La ausencia de jóvenes que se formen en estos sectores genera un desequilibrio y complica el reemplazo generacional.
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La falta de técnicos especializados también tiene consecuencias económicas de mediano plazo. Empresas dedicadas a la construcción, la climatización y los servicios eléctricos ven limitada su capacidad de crecimiento. El impacto se extiende a los consumidores, que enfrentan costos más altos y mayor dificultad para acceder a servicios básicos.
La situación plantea un reto para las políticas educativas y de capacitación laboral. Promover la formación en oficios técnicos aparece como una necesidad urgente para equilibrar el mercado, garantizar la continuidad de los servicios y responder a un modelo económico que exige profesionales prácticos, calificados y disponibles.
Fuente: El Nacional
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