Embarazo adolescente. Imagen de referencia. Gentileza
El Banco Mundial advierte que Paraguay mantiene una de las tasas de fecundidad adolescente más altas de América Latina y el Caribe, superando tanto el promedio regional como el de países de ingreso mediano alto. En el Día Internacional de la Prevención del Embarazo Adolescente, Plan International alerta sobre la grave situación que enfrentan niñas y adolescentes paraguayas. Los embarazos forzados y no intencionales ponen en riesgo su vida, salud, educación y futuro.
Las consecuencias devastadoras incluyen complicaciones de salud, muerte materna, abandono escolar, menores oportunidades laborales y perpetuación de la pobreza intergeneracional. En 2022, según el Plan Nacional de Salud Integral Adolescente 2023-2030, el embarazo fue la sexta causa de muerte entre adolescentes paraguayas. La tasa de mortalidad materna alcanzó 85,8 por cada 100.000 nacidos vivos según el Ministerio de Salud.
Los datos oficiales revelan que en 2022 se registraron en promedio 9 partos semanales de niñas de 10 a 14 años. Adicionalmente, se documentaron al menos 32 partos diarios de adolescentes de 15 a 19 años. Esta realidad frecuentemente se asocia con violencia sexual y uniones tempranas que vulneran los derechos fundamentales de las menores.
La problemática resulta más grave entre pueblos indígenas, donde se estima que una de cada diez muertes maternas correspondió a adolescentes y mujeres indígenas. La tasa de fecundidad adolescente en estas comunidades fue 2,4 veces superior a la de sus pares no indígenas según UNFPA Paraguay 2024. Esta disparidad evidencia desigualdades estructurales que afectan desproporcionalmente a poblaciones vulnerables.
Noelia Errecarte, Representante País de Plan International Paraguay, enfatiza que prevenir el embarazo precoz trasciende temas de salud y requiere atacar causas estructurales. La prevención implica reducir desigualdades, erradicar violencia y discriminación hacia niñas y mujeres, impedir matrimonios y uniones tempranas. También demanda garantizar acceso a educación, salud y oportunidades mediante sensibilización social integral.
Aunque la tasa de embarazo adolescente ha disminuido mediante mayor acceso a información, consejería e insumos de atención integral, los desafíos persisten significativamente. El Ministerio de Salud Pública reporta avances en servicios para adolescentes, pero el Banco Mundial confirma que Paraguay mantiene indicadores preocupantes comparado regionalmente. Estos esfuerzos representan avances importantes pero insuficientes ante la magnitud del problema.
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Casos recientes confirman la necesidad de respuesta estatal amplia ante embarazos adolescentes, como la niña de San Pedro que perdió la vida por embarazo forzado tras violación. El feminicidio de María Fernanda, adolescente embarazada de Caaguazú, constituye otra tragedia que representa un llamado de emergencia a toda la sociedad paraguaya para implementar medidas preventivas efectivas.
Plan International Paraguay impulsa programas de prevención y protección frente a violencia, desarrollando conocimientos, habilidades y agencia para prevenir abusos y embarazos precoces. En 2024, la organización trabajó con más de 129.000 personas incluyendo niños, adolescentes, familias, comunidades y proveedores de salud. Errecarte concluyó que cada niña merece crecer libre, segura y con oportunidades para decidir sobre su futuro.
Fuente: ABC Color
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