Fotos: @ABarriosBernal/X | red social X | Colprensa | @gustavopetrourrego/IG
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuestionó públicamente al gobierno de Santiago Peña por la falta de colaboración en la investigación sobre el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. Según expresó en su cuenta de X, esperaba apoyo del Paraguay para ubicar a los responsables intelectuales del crimen, pero no lo obtuvo.
Las declaraciones se dieron en el marco de la 80 Asamblea General de las Naciones Unidas. Allí, Petro coincidió con Peña, aunque no trascendió si mantuvieron un encuentro bilateral. El mandatario colombiano sugirió incluso que el crimen pudo haberse ordenado desde Paraguay.
La abogada Cecilia Pérez, representante de Claudia Aguilera, viuda de Pecci, respaldó las afirmaciones de Petro. Recordó que desde la asunción de Peña no se ha visto un compromiso real por esclarecer el caso, ni de parte del presidente ni del fiscal general Emiliano Rolón.
Pérez afirmó que en cada foro internacional Peña evita mencionar al fiscal asesinado, lo que calificó como un silencio llamativo. Según ella, este desinterés contrasta con el reclamo constante de la familia Pecci y con el avance de las investigaciones en Colombia.
Durante su discurso en la ONU, Peña hizo referencia a los asesinatos del senador colombiano Miguel Uribe Turbay y del comentarista estadounidense Charles Kirk. Ambos casos fueron citados como ejemplos de fanatismo político, pero no mencionó a Pecci, cuyo asesinato generó conmoción internacional.
El tuit de Petro fue publicado poco después de ese discurso, reforzando la crítica a la falta de visibilidad del caso en la agenda del presidente paraguayo.
Marcelo Pecci, fiscal especializado en crimen organizado, fue asesinado el 10 de mayo de 2022 en la isla de Barú, Cartagena, mientras se encontraba de luna de miel con su esposa. Ese mismo día la periodista Claudia Aguilera le había anunciado que esperaba su primer hijo.
La justicia colombiana procesó a varios responsables materiales del crimen. Entre los condenados figuran ciudadanos colombo-venezolanos que planificaron y ejecutaron el ataque, siguiendo de cerca los movimientos de la pareja. Sin embargo, aún no se conoce la identidad de los autores intelectuales.
El narcotraficante uruguayo Sebastián Marset fue señalado por Petro como uno de los posibles involucrados en el asesinato. Marset lidera una red internacional vinculada al PCC brasileño y a la mafia italiana ‘Ndrangheta.
El fiscal general Emiliano Rolón reconoció que su par colombiana le transmitió información sobre la participación de Marset, ubicándolo dentro de un segundo anillo de planificación del magnicidio.
Las pesquisas enfrentan varios tropiezos. En Paraguay, la Interpol fue cuestionada por levantar el código rojo de Gianina García Troche, esposa de Marset, lo que generó sospechas de negligencia o encubrimiento.
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En Colombia, la investigación sufrió un duro golpe cuando Francisco Luis Correa, testigo clave que vinculaba a Marset y al paraguayo Miguel Ángel Insfrán con el asesinato, fue asesinado en prisión a inicios de 2024.
El caso Pecci se convirtió en un símbolo de los desafíos que enfrentan los sistemas judiciales de la región frente al narcotráfico. La falta de coordinación entre gobiernos genera críticas de la opinión pública y abre cuestionamientos sobre la voluntad real de llegar a los autores intelectuales.
Fuente: La Política Online
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