El sospechoso decidió entregarse a la Policía porque ya comenzaba a tener olor el cuerpo sin vida. Foto: Edgar Medina.
Ángel Manuel Jacquet de Oliveira, de 34 años, se entregó a la Policía tras asesinar a su padre Benicio Jacquet González, de 70 años, en Hernandarias. El crimen ocurrió entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves en una vivienda del asentamiento Santa Clara. El hijo decidió confesar el viernes cuando el cuerpo comenzó a presentar signos de descomposición.
El parricidio se originó durante una sesión de bebidas alcohólicas y juego de cartas entre padre e hijo. Cuando se agotó el alcohol, Ángel solicitó G. 20.000 a su padre para comprar más bebidas y continuar consumiendo. Benicio se negó a prestar el dinero, lo que desencadenó una discusión que escaló hasta convertirse en agresión física.
El comisario Juan López, jefe de la comisaría jurisdiccional, explicó que el hijo ató de pies y manos a su padre durante la pelea. Posteriormente lo colocó en su cama y lo cubrió con ropas. La víctima presentaba rastros de sangre en el rostro al momento del hallazgo del cuerpo.
Ángel relató a las autoridades que su padre intentó atacarlo con un cuchillo en varias ocasiones durante la disputa. Logró quitarle el arma antes de proceder a inmovilizarlo. El acusado admitió haber tapado la boca de la víctima con un trapo, pero alegó no haberse percatado de que también obstruyó las vías nasales.
La asfixia se produjo cuando el agresor bloqueó completamente las vías respiratorias de su padre con el trapo. Después del homicidio, Ángel salió de la vivienda para buscar más bebidas alcohólicas, dejando a la víctima inconsciente en la cama. Al regresar descubrió que Benicio había fallecido por asfixia.
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El acusado es adicto a estupefacientes y alcohol según confirmaron familiares y vecinos del sector. Mantenía discusiones frecuentes con su padre, aunque estas no habían llegado previamente a la agresión física. Los habitantes del asentamiento reportaron que Ángel solía vender pertenencias de Benicio para financiar su consumo de drogas.
Los vecinos confirmaron que la víctima había comentado recibir amenazas de muerte de su propio hijo en fechas anteriores al crimen. Esta información evidencia un patrón de violencia doméstica que fue escalando hasta culminar en el parricidio. Las autoridades investigan si existieron otros episodios de violencia no denunciados previamente.
Fuente: Última Hora
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