El general César Moreno, comandante de las Fuerzas Militares, acompañado del general Nicolás Narváez, hablaron del asesinato del teniente coronel Guillermo Moral.
El asesinato del teniente coronel Guillermo Moral Centurión, ocurrido frente a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Asunción, dejó en evidencia una serie de vacíos institucionales en materia de seguridad. La principal duda recae en la ausencia de custodia militar, a pesar de que Moral había sido protagonista de un caso sensible relacionado con Miguel Ángel Insfrán, alias “Tío Rico”.
El general César Moreno, comandante de las Fuerzas Militares, sostuvo que no existía información oficial sobre amenazas en contra del uniformado. “El comando no ha recibido ni un pedido de parte del teniente coronel Moral, ni que haya sido amenazado ni que tenga incidentes camino a su lugar de trabajo”, declaró durante una conferencia de prensa. Según el jefe castrense, esa fue la razón por la cual no se dispuso un esquema de seguridad personal.
El oficial asesinado había denunciado en 2023 un intento de soborno de G. 10 millones para ingresar un teléfono celular al penal militar de Viñas Cué, cuando Insfrán se encontraba allí recluido. Su negativa derivó en una condena a dos años de prisión contra el coronel Luis Belotto, su esposa Alba Ale de Belotto y el abogado Miguel Mendieta por soborno agravado.
Consultado sobre la falta de protocolos de protección, Moreno reconoció que las Fuerzas Armadas no cuentan con un procedimiento específico para funcionarios expuestos a casos de alto riesgo. “No existe protocolo para este tipo de situaciones”, admitió. Moral, de acuerdo con sus superiores, llevaba una vida normal y no había solicitado medidas de seguridad.
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Tras el crimen, las autoridades militares informaron que se coordina con la Policía Nacional un esquema de resguardo para otros oficiales que tuvieron funciones en el penal de Viñas Cué durante la estadía de “Tío Rico”. La medida busca prevenir hechos similares mientras avanza la investigación del sicariato.
El ministro de Defensa, Óscar González, acompañado por los generales Moreno y Nicolás Ángel Narváez, repudió el asesinato y expresó la consternación institucional. “Estamos consternados pero seguimos firmes. Manifestamos nuestro repudio y cooperamos para el rápido esclarecimiento de este hecho criminal”, enfatizó.
Fuente: ÚH
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