En Paraguay, la vejez sigue marcada por el abandono y la invisibilidad. A pesar de conmemorarse el Día Internacional de las Personas de Edad, los adultos mayores enfrentan una escasa protección de sus derechos y una débil respuesta estatal para garantizar su bienestar.
La abogada Claudia Sanabria, especialista en Derecho de Familia e integrante del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, advirtió que la situación es crítica. Aseguró que la población adulta mayor sigue siendo “invisible” debido a la ausencia de políticas públicas que garanticen una vida digna.
El MNP ha constatado, mediante visitas a hogares, que muchas necesidades básicas están siendo ignoradas. Faltan políticas de acompañamiento y cuidado integral a lo largo del ciclo de vida, lo que expone a las personas mayores a mayores riesgos de vulneración.
Según Sanabria, aún predomina una mirada asistencialista. El adulto mayor es tratado como objeto de atención y no como sujeto de derechos. Además, el Instituto de Bienestar Social del Ministerio de Salud no ejerce un rol rector eficaz para aplicar políticas específicas.
Tampoco se reglamentó la Ley 5537/2016, que fija estándares mínimos para los hogares de adultos mayores. Sin esta normativa en funcionamiento, las instituciones carecen de una guía legal para ofrecer condiciones adecuadas de atención.
El abandono familiar agrava la situación. Datos del Ministerio Público indican que en 2023 fueron abandonados 82 adultos mayores, la mayoría por sus propios hijos. El fenómeno persiste este año, lo que refleja la falta de apoyo social y comunitario.
Unite a nuestro canal de Whatsapp
Sanabria señaló que “preocupa el abandono y el imaginario social sobre el envejecimiento”. Aún persisten estigmas que marginan a los mayores y los excluyen de la agenda pública. Recalcó la necesidad de otorgar presupuesto y prioridad a las políticas destinadas a este sector.
El aislamiento también se profundiza. El director del programa Taita, Hugo Roy, relató que muchos adultos mayores acuden al banco aunque no cobren ese día, solo para hablar con los cajeros. La soledad se convierte así en un signo silencioso de abandono. Sanabria subrayó que sin redes de contención ni cuidadores capacitados, los adultos mayores quedan en riesgo de maltrato, incluso en los hogares donde deberían recibir atención y respeto.
Fuente: Última Hora
