Iglesia repudia ataque violento a comunidad Karapã en Canindeyú

La Conferencia Episcopal Paraguaya, a través de la Pastoral Social Nacional y la Coordinación Nacional de Pastoral Indígena (Conapi), condenó el violento ataque contra la comunidad indígena Karapã, ubicada en el departamento de Canindeyú. La Iglesia instó al Estado paraguayo a garantizar la seguridad, la integridad y la protección de las familias afectadas, cuyas viviendas y cultivos fueron destruidos por civiles armados.

En un comunicado conjunto, ambas pastorales manifestaron su preocupación por el recrudecimiento de la violencia contra los pueblos originarios del país. Señalaron que el caso de Karapã no constituye un hecho aislado, sino una expresión más de la situación de vulnerabilidad que enfrentan las comunidades indígenas ante la falta de presencia estatal y de políticas públicas efectivas.

El texto advierte que la agresión registrada en Karapã, que incluso dejó un adolescente herido de bala, evidencia la urgencia de una respuesta institucional que garantice la seguridad territorial y humana de los pueblos indígenas. La Iglesia recordó que estos ataques no solo amenazan la vida de las personas, sino también su cultura, su forma de vida y su relación con la tierra.

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Las organizaciones eclesiales invitaron a la ciudadanía a reflexionar sobre las causas estructurales que empujan a las comunidades a manifestarse en defensa de sus derechos. Indicaron que el cierre de rutas y otras medidas de protesta reflejan el cansancio ante años de desatención, discriminación y despojo de tierras ancestrales.

En ese sentido, las pastorales denunciaron la discriminación cultural y la falta de inversión pública en políticas de desarrollo que promuevan la inclusión y la autonomía de las comunidades indígenas. Exigieron al Gobierno nacional medidas urgentes de resguardo y la intervención del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) para restituir los derechos territoriales de Karapã.

La senadora Esperanza Martínez también se pronunció sobre el hecho, responsabilizando a grupos armados que operan en la zona. A través de la red social X, pidió al Indi y al Ministerio del Interior actuar de manera inmediata, denunciando que los agresores incendiaron viviendas y dispararon contra un joven de 15 años.

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Martínez advirtió que las fuerzas de seguridad locales fueron impedidas de ingresar a la finca donde ocurrieron los hechos, mientras los atacantes continuaban destruyendo los ranchos y cultivos de la comunidad. Agregó que los pobladores de Karapã permanecen dispersos en el monte, sin acceso a alimentos ni asistencia humanitaria.

La comunidad responsabiliza a presuntos guardias privados vinculados a una empresa que reclama la propiedad de las tierras ancestrales. Organizaciones sociales y eclesiales reiteraron su llamado a la justicia y al respeto de los derechos humanos, recordando que el Estado tiene la obligación constitucional de proteger a los pueblos indígenas y garantizar su supervivencia física y cultural.

Fuente: Última Hora

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