Internos del Centro de Reinserción Social de Minga Guazú denunciaron la persistente falta de agua potable para consumo y aseo personal. En una nota remitida el 18 de octubre, señalaron que el agua recibida es de color rojizo y que los sanitarios están en condiciones insalubres.
La situación se agravó tras el operativo Umbral, cuando el penal recibió a 783 personas privadas de libertad en agosto. Según los internos, los problemas de acceso al agua ya existían antes de esa fecha y no han sido resueltos por las autoridades.
La Asociación de Familiares por los Derechos Humanos del penal envió una nota al viceministro Rafael Caballero Campos el 30 de septiembre, advirtiendo que la falta de agua constituye una violación a los derechos humanos. El 7 de octubre, solicitaron una mesa de diálogo al director Jesús Pérez Guerrero, sin obtener respuesta.

Familiares denunciaron que los internos analizan amotinarse ante la situación. Aseguran que el agua entregada es de color naranja y que muchos reclusos no reciben visitas, por lo que dependen exclusivamente del suministro interno. También reportaron amenazas contra quienes reclaman por sus derechos.
Desde la apertura del penal, presentado como modelo de reinserción, se reportan fallas en el sistema de abastecimiento. La Asociación de Familiares afirma que no existe un pozo ni infraestructura funcional para garantizar el suministro adecuado.
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La arquitecta Stella Azuaga, del Ministerio de Justicia, negó el desabastecimiento y aseguró que el penal recibe 80.000 litros diarios de Itaipú Binacional. Indicó que el agua del pozo artesiano se usa solo para limpieza y que Essap distribuye agua mineral envasada.
Azuaga informó que una planta de tratamiento construida por el Parque Tecnológico de Itaipú entrará en funcionamiento este fin de semana. La obra, ubicada cerca del río Acaray, busca solucionar de forma definitiva el problema de abastecimiento.
Fuente: ABC Color







