El exintendente de Asunción, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR–HC), concluyó su mandato con apenas un 4,5% de ejecución presupuestaria en obras, según el informe de gestión correspondiente al segundo cuatrimestre de 2025. En su último mes al frente de la Municipalidad, destinó solo G. 35 millones a infraestructura, un monto que contrasta con los G. 974 millones ejecutados por el interventor Carlos Pereira en agosto.
Rodríguez fue apartado del cargo el 23 de junio, cuando la Junta Municipal aprobó la intervención de su administración. Durante el primer semestre del año, su gestión no alcanzó los G. 30.000 millones invertidos en obras, pese a haber presupuestado casi G. 647.000 millones.
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Prioridad al pago de salarios
Mientras la inversión en infraestructura fue mínima, los recursos destinados a servicios personales superaron los G. 251.000 millones, equivalentes al 31,4% del presupuesto anual. En solo seis meses, Rodríguez gastó ocho veces más en salarios que en obras públicas, incluyendo G. 70.392 millones en remuneraciones básicas y G. 121.322 millones en personal contratado.
La tendencia no fue nueva. En 2023, el exintendente ejecutó solo el 12,9% del presupuesto de obras, y en 2024 repitió la cifra con un 12% de ejecución. En ambos años, la mayor parte de los fondos se destinó al pago de salarios, dejando postergadas las inversiones en infraestructura urbana.
El informe del interventor
El interventor Carlos Pereira, en su informe final presentado el 22 de agosto, documentó un desvío de G. 512.000 millones provenientes de bonos emitidos para obras de desagüe pluvial. De las ocho cuencas planificadas, apenas cuatro se iniciaron, con escaso avance y precios inflados hasta un 183% por encima de lo aprobado.
Pereira señaló el uso de una “cuenta única” para redirigir fondos de inversión hacia gastos corrientes, principalmente salarios. Según el documento, el 93% del dinero de los bonos se desvió, incluyendo pagos a acreedores de la empresa Empo y transferencias que, según denuncias, beneficiaron a allegados políticos de Rodríguez y a su esposa, la senadora Lizarella Valiente.
Un legado de deudas y servicios colapsados
Al renunciar el 22 de agosto, Nenecho Rodríguez dejó una Asunción endeudada, con pasivos que superan los USD 240 millones en bonos, a pagarse hasta 2035. También dejó cuotas vencidas con bancos, facturas sin pagar y deudas con la Caja Municipal y asociaciones de empleados.
El deterioro de los servicios municipales se reflejó en la falta de mantenimiento de maquinarias y contratos denunciados por sobrefacturación. Pese a los millonarios compromisos firmados, los resultados fueron escasos y las obras prometidas quedaron inconclusas.
Hoy, Rodríguez enfrenta al menos ocho procesos judiciales, entre ellos una acusación por lesión de confianza y asociación criminal en el caso de los “detergentes de oro”, uno de los mayores escándalos de su gestión.
Fuente: ABC Color







