En los últimos nueve años se registraron seis grandes asaltos perpetrados por grupos criminales fuertemente armados utilizando explosivos. Foto: Edición ÚH.
En menos de una década, el territorio nacional registró una serie de asaltos tipo comando con explosivos, logística pesada y fuego sostenido. La secuencia dejó millones en pérdidas, víctimas y un patrón operativo cada vez más pulido.
El 24 de abril de 2017, una célula atacó Prosegur con explosivos, blindados y fusiles. Se llevaron USD 11.720.255 (alrededor de G. 78.000 millones). En el operativo asesinaron al suboficial Sabino Benítez. Las calles quedaron sitiadas y la fuga fue coordinada por varias rutas.
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El 7 de julio de 2019, alrededor de 01:00, un grupo estimado en 50 atacantes dinamitó la sede del entonces Visión Banco. Botín: USD 225.000 (unos G. 1.600 millones). Murió el joven Wilian Cantero (18) y otro ciudadano resultó herido. La sucursal quedó destruida.
El 14 de septiembre de 2022, una banda de unos 15 hombres irrumpió en una sucursal del Banco Regional. Hubo tiroteo prolongado y detonaciones. En la retirada, arrojaron clavos “miguelito” para frenar a la Policía. El monto no fue divulgado.
El 9 de diciembre de 2022, la colonia Kressburgo vivió un ataque nocturno. Un grupo voló el edificio del Banco Regional; otro contuvo a los agentes desde distancia. Quedaron vainillas y miguelitos. No se reportaron heridos ni monto oficial.
El 27 de abril de 2024, unas 20 personas irrumpieron en el Banco Nacional de Fomento de Natalio. Hubo explosiones, tiros contra la comisaría y cerco urbano. Botín confirmado: Gs. 1.043.650.000. Vestían ropa táctica y portaban armas largas.
El 30 de octubre de este año, entre 15 y 20 atacantes dinamitaron la sucursal del Banco Itaú en Katueté. Abrieron un boquete hasta la bóveda y cargaron bolsas de efectivo. Botín estimado: USD 910.000. El operativo duró unos 45 minutos.
Los grupos sitian ciudades, cortan rutas con miguelitos, usan armas de guerra y reparten roles: fuego de cobertura, demolición, logística y fuga escalonada. La duración acotada y la segmentación de tareas reducen el margen de respuesta policial.
Fuente: UH
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