Trump con su gorra de “Make America Great Again” baja del Air Force One, en Andrews. Foto: Reuters
Nueva York acude hoy a las urnas en una elección municipal marcada por una intervención inusual del presidente Donald Trump. El mandatario pidió no apoyar al candidato republicano Curtis Sliwa y respaldar a Andrew Cuomo, ex demócrata que compite como independiente, para frenar a Zohran Mamdani. La decisión altera el tablero en la metrópolis más poblada de Estados Unidos.
Según el propio presidente, su objetivo es impedir un triunfo del legislador estatal Mamdani, de 34 años, a quien califica como “un comunista”. En la víspera, Trump intensificó el mensaje y afirmó que “un voto por Curtis Sliwa… es un voto por Mamdani”. También exhortó a la comunidad judía neoyorquina a no apoyarlo y cuestionó su desempeño político en su red social.
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Mamdani lidera varios sondeos tras un triunfo holgado en las primarias demócratas de junio. Su programa propone transporte público y guarderías gratuitas, viviendas accesibles y alimentos a bajo costo, financiados con mayores impuestos a los multimillonarios. Las encuestas recientes muestran una ventaja que, según mediciones citadas en campaña, se habría reducido hasta cuatro puntos frente a Cuomo.
Cuomo, de 67 años, busca regresar a la función pública luego de dejar la gobernación, en medio de denuncias que él niega. Su campaña intenta captar a demócratas moderados y a republicanos, con el argumento de que su gestión evitaría tensiones con la Casa Blanca y posibles recortes de recursos. Trump manifestó su preferencia por el ex gobernador frente a Mamdani.
El presidente elevó la apuesta al advertir que, si Mamdani gana, podría restringir apoyos federales “aparte del mínimo requerido”. También sostuvo que la ciudad afrontaría un “desastre” con el demócrata al mando. Mamdani se mostró optimista y señaló: “Continúo confiando en nuestras posibilidades de cara al día de las elecciones”, aunque pidió no caer en la complacencia.
En paralelo, Trump mantuvo su línea partidaria en otras contiendas, como las gobernaciones de New Jersey y Virginia, donde llamó a votar por los republicanos. La jornada funciona además como un primer test político de su gestión desde enero, con sondeos que registran una desaprobación del 59% y críticas en economía, inflación y política exterior.
Fuente: Clarín
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