Viejo local de madera del puesto de salud de Potrerito, en Capiibary, San Pedro. Foto: Edición ÚH (Carlos Aquino, gentileza).
Pobladores de la compañía Potrerito, en el distrito de Capiibary, departamento de San Pedro, trasladaron este jueves el mobiliario del puesto de salud local desde la vivienda alquilada donde funcionaba hasta un viejo edificio de madera, debido a la falta de pago del alquiler por parte del Ministerio de Salud Pública.
La escena, marcada por la indignación y la resignación, reunió a vecinos que caminaron más de un kilómetro bajo el sol, llevando camillas, mesas y bancos en carretas. El local al que regresaron fue construido en 1992 y hoy se encuentra en estado de ruina, con paredes carcomidas, techo deteriorado y piso vencido.
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El propietario del inmueble alquilado decidió recuperar su vivienda tras años de espera sin recibir el pago. Los pobladores denunciaron que el Ministerio de Salud incumplió reiteradas promesas de construir una nueva Unidad de Salud Familiar (USF), pese a que el proyecto fue anunciado en varias ocasiones.
Más de 5.000 habitantes de ocho comunidades rurales dependen de este puesto sanitario. El servicio se mantiene únicamente gracias al trabajo de dos licenciadas en Enfermería, mientras un médico visita la zona solo una vez por semana. La falta de recursos y medicamentos obliga a los pacientes a recorrer largos trayectos hasta otros centros de atención.
El antiguo local, ahora reocupado, no reúne condiciones mínimas de seguridad. Las filtraciones, el deterioro estructural y el riesgo de derrumbe ponen en peligro tanto a pacientes como al personal de salud. Los vecinos señalaron que en cuatro años no se destinaron fondos para alquileres, mejoras o infraestructura nueva.
Ante la situación, las comunidades de Potrerito y alrededores preparan una movilización hacia Asunción para exigir respuestas concretas al Ministerio de Salud. A pesar del deterioro y la precariedad, los pobladores continúan brindando atención en el mismo espacio donde la esperanza resiste entre maderas podridas y promesas incumplidas.
Fuente: ÚH
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