Foto: Ilustrativa.
La actividad de alacranes en el país aumenta de manera considerable durante los meses cálidos y húmedos, especialmente entre octubre y marzo. Las altas temperaturas y la humedad favorecen la reproducción de estos arácnidos y los impulsan a buscar alimento y refugio dentro de las viviendas, incrementando el riesgo de accidentes. Durante esta temporada, las autoridades sanitarias alertan sobre la importancia de adoptar medidas de prevención para reducir la exposición a las picaduras.
La peligrosidad de las picaduras radica en que algunas especies poseen venenos con neurotoxinas capaces de afectar el sistema nervioso y generar complicaciones cardiovasculares y respiratorias. En casos graves, y sin tratamiento oportuno, pueden producir desenlaces fatales. Aunque no todos los alacranes tienen el mismo nivel de toxicidad, la identificación de la especie suele ser difícil, por lo que se recomienda acudir de inmediato a un servicio de salud ante cualquier picadura, especialmente en niños y adultos mayores.
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El Ministerio de Salud Pública divulga periódicamente una serie de indicaciones para prevenir accidentes dentro de los hogares. Estas incluyen revisar y sacudir ropa, calzados y telas antes de utilizarlos, evitar caminar descalzo durante la noche y mantener la vivienda en condiciones de limpieza. También se aconseja sellar aberturas, colocar burletes y rejillas, reparar grietas y separar las camas de las paredes, además de impedir que la ropa de cama toque el piso. Reducir la presencia de insectos, como cucarachas y grillos, ayuda a evitar que los alacranes se acerquen en busca de alimento.
En el entorno exterior, las recomendaciones se enfocan en mantener patios limpios y libres de escombros, controlar la maleza y cortar el pasto regularmente. También se sugiere evitar la acumulación de materiales que puedan servir como escondite. Las autoridades insisten en no manipular escombros o troncos con las manos para disminuir el riesgo de contacto directo.
Ante una picadura, el Ministerio de Salud indica aplicar compresas frías sobre la zona afectada, mantener el miembro afectado elevado y dirigirse de inmediato a un centro médico. En el país se dispone de antiveneno específico para las especies de importancia médica. Las autoridades recalcan que no deben aplicarse torniquetes, cortes, succiones ni remedios caseros. Si es posible y seguro, se aconseja capturar el ejemplar implicado para facilitar su identificación en el servicio de salud.
Los síntomas iniciales suelen incluir dolor intenso, hormigueo, entumecimiento y cambios locales en la piel. Cuando el veneno se propaga, pueden aparecer signos más severos como dificultad respiratoria, vómitos, sudoración, taquicardia, agitación, hipertensión e incluso convulsiones. En casos críticos puede desarrollarse edema pulmonar agudo, una complicación grave que requiere atención inmediata.
Fuente: ABC Color
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