La protesta de un jubilado municipal volvió a exponer las deudas acumuladas entre la Municipalidad de Asunción y la Caja Municipal de Jubilados. José Rivarola, de 30 años de servicio, inició una huelga de hambre exigiendo el pago de 15 salarios atrasados que, asegura, le corresponden por contrato colectivo.
Rivarola instaló su protesta en la explanada de la Municipalidad, donde permanece pese a su delicada situación económica. Afirma que él y otros jubilados llevan meses sin percibir los salarios que deberían haber recibido al retirarse. “Ya no tenemos qué comer”, expresó al explicar que la falta de pago los dejó sin ingresos básicos.
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La deuda de la Municipalidad con la Caja, estimada en unos G. 18.000 millones, corresponde a aportes obrero patronales pendientes. Según el jubilado, esa mora financiera es la causa directa del retraso en el pago de los beneficios y afecta a todos los retirados de la institución.
Rivarola relató que ingresó a la Policía Municipal de Tránsito en 1994, tras un concurso durante la intendencia de Carlos Filizzola. Permaneció 18 años en la PMT antes de asumir funciones en el Mercado de Abasto como barrendero. “Son tres décadas de sacrificio”, dijo al justificar su reclamo.
El jubilado lamentó que su retiro, esperado como una etapa de tranquilidad, se transformara en una experiencia angustiante. “Debería estar disfrutando un poco, pero estoy acá suplicando que me paguen”, señaló, criticando la falta de respuesta institucional ante un derecho adquirido.
No es la primera vez que recurre a una medida extrema. Semanas atrás levantó una huelga anterior tras recibir la promesa de un pago parcial de G. 5 millones, que nunca se concretó. Ante el incumplimiento, decidió retomar la protesta y advirtió que no se retirará hasta recibir una solución.
Fuente: ABC Color
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