Foto: Agencia IP
Paraguay mantiene un fuerte atractivo para el capital privado, pero todavía enfrenta cuellos de botella para transformar ese interés en proyectos instalados. Desde 2021 se han constituido más de 20.000 Empresas por Acciones Simplificadas (EAS), lo que refleja un ecosistema empresarial dinámico. Sin embargo, persisten obstáculos que condicionan la llegada y puesta en marcha de inversiones, especialmente las de origen extranjero.
De acuerdo con datos del Ministerio de Industria y Comercio, entre la implementación de las EAS en 2021 y la fecha se registran 20.496 sociedades constituidas, con participación de capitales locales y foráneos. Solo entre enero y octubre de 2025 se crearon 6.293 nuevas empresas, 360 más que en el mismo periodo del año anterior, según el Sistema Unificado de Apertura y Cierre de Empresas (Suace). Estas iniciativas acumulan inversiones por alrededor de USD 1.000 millones.
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El economista Manuel Ferreira, presidente de MF Economía, advierte que el país se encuentra en una fase donde el interés supera la concreción. Señala que los problemas no se ubican en el plano macroeconómico, sino en factores microestructurales. Entre ellos menciona dificultades con títulos de propiedad, provisión de energía y agua potable, así como con procesos catastrales.
Ferreira remarca que uno de los puntos críticos es la planificación y certificación de servicios públicos, sobre todo en zonas industriales. Desde su perspectiva, las empresas estatales deberían poder garantizar con claridad cuánta energía o agua pueden ofrecer en un área determinada. Esa previsibilidad, sostiene, es determinante para que un inversionista decida avanzar con la instalación de plantas o centros de operación.
Otro componente que genera demoras son los trámites catastrales y bancarios. El especialista indica que, en ciertos casos, el proceso para abrir una cuenta puede extenderse durante meses, incluso cuando el solicitante ya cuenta con residencia o cédula paraguaya. Como alternativa, plantea que se analice la posibilidad de habilitar la apertura de cuentas con pasaporte extranjero, bajo condiciones regulatorias específicas.
El régimen de Empresas por Acciones Simplificadas aparece como una herramienta clave para agilizar la formalización de negocios, especialmente para pequeñas y medianas empresas. Su diseño digital y simplificado permite crear sociedades en pocos días, lo que impulsa la generación de empleo y nuevas unidades productivas. No obstante, Ferreira subraya que la facilidad para constituir empresas no garantiza, por sí sola, que estas puedan operar sin contratiempos.
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En su análisis, el economista destaca que Paraguay ofrece ventajas objetivas: clima de negocios estable, energía limpia y ubicación estratégica en el Mercosur. Estas condiciones explican el interés de potenciales inversionistas y la instalación de nuevos emprendimientos. El desafío pendiente, sostiene, es completar el ciclo y convertir el potencial en inversión efectiva, cerrando operaciones y consolidando proyectos.
Para ello, considera imprescindible fortalecer la institucionalidad, la planificación territorial y la coordinación entre sectores público y privado. También ve espacio para promover joint ventures entre empresas paraguayas y extranjeras, como vía para acelerar la transferencia de tecnología y conocimiento. En síntesis, Paraguay ya logró captar la atención del capital; ahora debe remover los cuellos de botella que separan el interés de la instalación real.
Fuente: Infonegocios
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