Foto: State Emergency Service of Ukraine/Handout/Anadolu/IMAGO
Ucrania volvió a vivir una de sus noches más duras del año tras una serie de ataques rusos que dejaron 25 muertos en la ciudad de Ternópil, en el oeste del país. La magnitud del impacto obligó a declarar alerta aérea en todo el territorio, reflejando la intensidad de la ofensiva rusa en pleno inicio del invierno.
El bombardeo ocurrió en la noche de hoy, cuando misiles y drones impactaron zonas residenciales. Entre las víctimas se encuentran tres niños, mientras que otras 73 personas, incluidos 15 menores, resultaron heridas, según informó el Servicio Estatal de Emergencias. Las autoridades locales pidieron a la población mantenerse en refugios y seguir estrictamente las instrucciones de seguridad.
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En los últimos meses, Rusia ha incrementado sus ataques contra la infraestructura energética ucraniana, golpeando centrales, subestaciones y líneas de distribución. Este patrón alimenta el temor de un invierno aún más difícil, especialmente para regiones que ya enfrentan cortes recurrentes de electricidad y calefacción.
El presidente Volodímir Zelenski confirmó los ataques a través de sus redes sociales y expresó que el país atraviesa una nueva fase crítica del conflicto. Paralelamente, en la región de Járkiv, ataques con drones dejaron al menos 36 heridos, según datos preliminares de las autoridades locales.
Los hechos ocurren mientras Zelenski se encuentra en una gira europea destinada a asegurar compromisos de financiamiento militar y defensivo para fortalecer la resistencia ucraniana. La nueva ola de bombardeos se interpreta como un mensaje directo de Moscú en un momento diplomático clave.
Fuente: DW
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