Final de la Sudamericana activa empleo para 12.000 personas: gastronomía y hoteles, los sectores más beneficiados

La final de la Copa Sudamericana en Asunción no solo moviliza a miles de hinchas, sino que también genera un impacto significativo en el empleo local. Según el especialista en trabajo, Enrique López Arce, el evento activa una fuerza laboral cercana a 12.000 paraguayos distribuidos en distintos sectores. El movimiento económico se concentra en pocos días, pero representa un alivio para numerosas familias que dependen de actividades con demanda fluctuante.

En el ámbito gastronómico, unas 1.200 personas reforzaron las operaciones de más de 300 bares y restaurantes en la capital. Estos locales registraron una demanda inusual durante la semana previa al partido, lo que obligó a ampliar turnos y contratar personal adicional. A esta dinámica se sumaron 200 trabajadores más incorporados por unas 100 bodegas y comercios, muchos de los cuales reportaron quiebres de stock debido al alto flujo de clientes.

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El evento también impulsó con fuerza la actividad informal. López Arce estimó que alrededor de 4.000 vendedores ambulantes salieron a las calles para ofrecer productos vinculados al encuentro deportivo, desde camisetas y banderas hasta bebidas y accesorios. La presencia masiva de turistas y fanáticos generó una oportunidad para quienes dependen de ventas rápidas y jornadas de alto tránsito.

La organización del partido demandó, por su parte, la participación de unas 4.000 personas encargadas de logística, seguridad, operación técnica y coordinación general. Estas funciones abarcan desde el control de accesos y montaje de estructuras hasta tareas vinculadas a transmisión, mantenimiento y asistencia al público. Para López Arce, este tipo de despliegue confirma que los eventos de gran magnitud requieren mano de obra diversa y bien distribuida.

El turismo también experimentó una fuerte expansión en los días previos a la final. Más de 2.000 trabajadores fueron incorporados en unos 200 hoteles y pensiones para responder a una ocupación que alcanzó niveles máximos. Las tareas incluyeron atención al cliente, servicios de limpieza, cocina, recepción y soporte operativo. La llegada de visitantes generó un flujo económico que se reflejó en toda la cadena de servicios turísticos.

Aunque los ingresos se concentran en un periodo breve, López Arce destacó que estas actividades representan una inyección económica temporal importante.

Señaló que bares, restaurantes y hoteles trabajaron a capacidad completa, que las bodegas quedaron con faltantes y que miles de vendedores informales aprovecharon la convocatoria masiva. Para el especialista, este tipo de eventos demuestra el potencial del país para atraer actividades que dinamizan el empleo en distintos niveles.

Fuente: ÚH

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