Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Paraguay registra 1.117.212 viviendas particulares ocupadas con algún tipo de déficit habitacional. Esta cifra reúne tanto la necesidad de nuevas construcciones como las carencias de infraestructura que requieren mejoras urgentes. El indicador, que abarca situaciones de hacinamiento, deterioro y precariedad, muestra la magnitud del desafío para garantizar condiciones dignas a más de un millón de familias en el país.
El INE detalla que el déficit cuantitativo asciende a 108.678 viviendas. Esta categoría incluye unidades consideradas irrecuperables y hogares asentados en estructuras informales o agrupadas que necesitan reemplazo total. La demanda refleja la persistencia de familias que habitan espacios sin condiciones mínimas de seguridad y estabilidad, especialmente en zonas con expansión urbana acelerada.
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A este panorama se suma un déficit cualitativo que abarca 1.008.534 viviendas. Esta dimensión del problema incluye fallas en la calidad de materiales, problemas de saneamiento, falta de servicios básicos y situaciones de hacinamiento. Tanto áreas urbanas como rurales presentan estas carencias, que limitan la calidad de vida y requieren intervenciones orientadas a mejorar la infraestructura existente. En conjunto, ambos tipos de déficit superan el millón de hogares con necesidades urgentes.
La distribución territorial muestra que el área urbana concentra 683.228 viviendas con déficit, mientras que el sector rural acumula 433.984. En cuanto a la necesidad de nuevas unidades, 91.609 se ubican en ciudades y 17.069 en comunidades rurales. El déficit cualitativo también presenta mayor carga urbana, aunque las zonas rurales mantienen cifras significativas vinculadas a materiales precarios y escaso acceso a servicios.
Los datos departamentales revelan que Central y Alto Paraná concentran las mayores carencias habitacionales. Central registra 36.010 viviendas dentro del déficit cuantitativo y 209.353 en el déficit cualitativo. En Alto Paraná, 15.678 viviendas requieren reemplazo y 155.146 precisan mejoras estructurales. Para la consultora Mentu, estas cifras demandan estrategias sostenidas y focalizadas que permitan reducir brechas territoriales.
El INE sostiene que los resultados, elaborados a partir del Censo Nacional de Población y Viviendas 2022, funcionan como una radiografía precisa del estado habitacional del país. La institución explica que el déficit cuantitativo identifica cuántas viviendas nuevas deben construirse, mientras que el déficit cualitativo se refiere a viviendas existentes que necesitan reparaciones, acceso a agua segura, saneamiento adecuado o más espacio disponible.
Fuente: ÚH
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