Baño de la Escuela Manuel Ortiz Guerrero requiere reparaciones.
La Municipalidad de Asunción resolvió trasladar el dinero remanente del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) a una nueva cuenta del Fondo Nacional de Alimentación Escolar (Fonae). La decisión se adoptó bajo la administración del intendente Luis Bello (ANR-HC) y afecta a recursos que no fueron ejecutados por gestiones anteriores.
Según el director municipal de Fonacide, Emmanuel Lara, todos los fondos pendientes de Fonacide pasaron a financiar el Fonae, creado por la Ley 7264/25 de Hambre Cero. El funcionario explicó que la normativa obligó a los municipios con saldos disponibles a cambiar la fuente de financiamiento a la nueva ley.
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En el documento de ingresos consolidados de la Municipalidad se registra un remanente de G. 12.162.329.889 del Fonacide. Ese monto corresponde a recursos que no fueron utilizados en los últimos años e incluso incluye transferencias realizadas en el 2018. Lara remarcó que el cambio de fuente se concretó bajo la actual gestión municipal.
El director añadió que otros municipios del país atravesaron el mismo proceso de adecuación, por instrucciones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). En cuanto al control de estos recursos, indicó que la Dirección de Administración y Finanzas será la responsable de ofrecer la trazabilidad de los fondos cuando sea requerido.
En el proyecto de Presupuesto Plurianual 2026-2028 se presenta un saldo cero de recursos de Fonacide. Tampoco se detalla el saldo de los bonos municipales. Esta situación fue cuestionada por los concejales Humberto Blasco y Álvaro Grau, quienes consideran que la omisión “consuma” el daño patrimonial generado por el desvío ilegal de G. 500.000 millones durante la administración del exintendente Óscar “Nenecho” Rodríguez.
El jefe de Gabinete, Máximo Medina, sostuvo que los saldos de bonos pasaron a la cuenta de recaudación. Señaló que el dinero de los bonos que aparecía en los balances ya no correspondía al desembolso original, sino a una reposición. Además, remitió al informe del interventor Carlos Pereira para afirmar que los bonos fueron utilizados “íntegramente”, aunque el documento solo detalla el uso de los bonos G8 y G9.
Respecto a las obras que no se ejecutaron con los bonos G7 y G8, Medina indicó que la administración pretende reponer esos recursos. Señaló que el pago de las obras se hará con fondos propios o eventualmente mediante algún crédito, sin precisar plazos para esos compromisos.
De los G. 12.162 millones de remanente del Fonacide, G. 3.456 millones se destinarán al pago de obras en seis instituciones educativas, según datos de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP). Lara había informado en marzo que se preveía un gasto de G. 800 millones para cuatro instituciones, pero el monto se ajustó y hoy asciende a G. 686.780.088. Corresponde a la licitación ID 449.012, que contempla trabajos de construcción y restauración en los colegios Fernando de la Mora, Ysaty y las escuelas San Pedro y Manuel Ortiz Guerrero.
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A este llamado se suma otra licitación, con identificador 469.254 en el portal de Contrataciones Públicas, destinada a las escuelas Juan León Mallorquín y Mauricio José Troche. El monto previsto para ambas instituciones es de G. 2.770.134.864. En total, se proyecta intervenir seis centros educativos con recursos vinculados al antiguo Fonacide y canalizados a través del nuevo esquema.
La Junta Municipal aprobó la homologación de ambos llamados sin contar con toda la información sobre las empresas adjudicatarias, lo que fue descrito como una decisión “a ciegas”. Lara aseguró que las obras comenzarán una vez culminados los trámites administrativos dentro de la Junta y la DNCP. Adelantó que el objetivo es iniciar los trabajos antes de fin de año y llegar con las intervenciones antes del retorno a clases.
Fuente: ABC Color
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