Asalto nocturno: víctima relata ataque en su pieza

El hecho ocurrió alrededor de las 3:00 de este jueves, cuando Rebeca Ayala descansaba en la habitación situada hacia la calle. La víctima explicó que sintió cómo una mano le cubría la boca mientras otra le sujetaba el brazo. “Yo estaba durmiendo tranquilamente en mi pieza”, relató, y agregó que al abrir los ojos descubrió “a alguien en mi dormitorio, que me estaba atajando el brazo”.

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Rebeca señaló que el hombre le ordenó mantener silencio bajo amenaza de muerte. “Me dijo que no grite y que no haga nada porque me iba a cortar el cuello con un cuchillo”, afirmó. La joven indicó que intentó controlar sus nervios para evitar que la situación escalara. “Traté de calmarme bien, porque eso fue lo único que sentí que podía hacer”, expresó sobre esos minutos de tensión.

El cuarto estaba completamente a oscuras mientras el intruso revisaba el lugar, sin soltarla. La víctima contó que el hombre exigió dinero y aseguró que ya la tenía bajo vigilancia. “Me dijo que él ya me estaba controlando hace un tiempo”, relató. También mencionó que el agresor utilizó la palabra “akãsyi” para referirse al supuesto encargo de un tercero. Según ella, el hombre superaba los 35 años, era delgado y tenía un tatuaje en uno de los brazos.

El desconocido le pidió que alumbrara sus movimientos con el celular. “Él me decía ‘alumbrame acá’”, explicó. A pocos centímetros estaban su tablet y el dinero que guardaba junto a la cama. Rebeca afirmó además que el invasor describió cómo logró entrar al departamento y mencionó que otra persona lo aguardaba afuera mientras él cometía el ataque.

En un momento en que el agresor tomó distancia, la joven aprovechó para empujarlo. Se produjo un forcejeo en el que el hombre intentó asfixiarla con las manos y con una almohada. Finalmente, Rebeca logró soltarse y correr hacia la habitación de su compañero de piso. El intruso huyó durante ese lapso.

Ya a salvo en la pieza del fondo, la víctima permaneció encerrada junto a su compañero mientras trataba de recuperar la calma. “Estábamos esperando nomás. Teníamos mucho miedo”, recordó. Tras estabilizarse, decidió llamar a la Policía Nacional, que acudió al lugar y la acompañó a la comisaría para formalizar la denuncia.

Rebeca expresó que ahora analiza cómo reforzar la seguridad en el departamento. “Obviamente tengo muchísimo miedo. No quiero que me vuelva a pasar esto, ni a nadie”, señaló tras el episodio que la dejó en estado de shock y con temor a futuras intrusiones.

Fuente: Última Hora

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