Las esperas de hasta siete horas bajo la lluvia marcaron el retorno desde la Villa Serrana, donde miles de fieles quedaron sin buses en pleno feriado. La masiva afluencia volvió a evidenciar las limitaciones del transporte público, dejando a numerosos usuarios caminando kilómetros para encontrar un vehículo disponible.
El principal reclamo se centró en la ausencia de unidades en los puntos de retorno. Familias enteras permanecieron por horas intentando abordar un ómnibus que nunca llegó. Para muchos, esta situación confirma dificultades repetidas cada año, incluso en jornadas de alta demanda.
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Los testimonios reflejaron el malestar generalizado. María Insfrán relató que esperaba desde temprano, recorrió varios tramos y terminó empapada sin lograr subir a ningún bus. Rodrigo Gómez mencionó que buscaba llegar a Asunción tras largas horas de espera sin éxito. Eduardo Aguilera contó que caminó más de cinco kilómetros hasta la ruta sin hallar transporte y cuestionó que los usuarios sigan enfrentando estos problemas.
Otro punto de frustración fueron los elevados precios de las plataformas de transporte, que según los usuarios aumentan en feriados y resultan inaccesibles para muchas familias. Ana Maldonado señaló que viajar mediante aplicaciones tenía un costo demasiado alto y que la presencia de buses era indispensable en una jornada con tanta concurrencia.
Pese al malestar, la Dirección Nacional de la Patrulla Caminera informó que no se registraron incidentes relevantes en las rutas. La institución desplegó más de 300 inspectores para ordenar la circulación y atendió denuncias por conducción imprudente, realizando alcotests y despejando vehículos con fallas mecánicas.
Sin embargo, para los fieles, la jornada cerró con una sensación compartida: la demanda superó ampliamente a la oferta disponible, dejando en evidencia una vez más la fragilidad del sistema de transporte en fechas de alta afluencia.
Fuente: ÚH







