Desde la izquierda, Javier Milei, Luis Lacalle Pou, Ursula von der Leyen, Luiz Inácio Lula da Silva y Santiago Peña, posan en la sede del Mercosur, en Montevideo, Uruguay. Foto: Sofía Torres / EFE.
Tras un periodo de negociaciones, se confirmó la fecha de la Cumbre del Mercosur. La reunión de presidentes se realizará el 20 de diciembre en Foz de Yguazú, Brasil. El acuerdo se concretó después de que Paraguay y Argentina dieran su aprobación a la fecha. La negativa inicial de Paraguay, respaldada por Argentina, había puesto en riesgo la realización de la cumbre.
El Mercosur observa el panorama internacional con gran expectativa. El Consejo Europeo votará el martes 16 de diciembre sobre la ratificación del acuerdo comercial con el bloque. Esta decisión es crucial para el futuro de la cumbre regional.
El resultado de la votación en Bruselas definirá la presencia de la presidenta de la Comisión Europea. Ursula von der Leyen asistiría a la cumbre si el acuerdo se ratifica. Su presencia permitiría concretar en Foz la dilatada firma del acuerdo.
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Veintisiete países europeos votarán la habilitación de la firma. Francia y Polonia ya han manifestado su rechazo al acuerdo. Por su parte, se espera la postura oficial de Italia, que se mantiene en duda. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, fue el principal impulsor del acuerdo. Él se encargó personalmente de las negociaciones con mayor énfasis.
La fecha inicial de la cumbre estaba fijada para el 2 de diciembre. Itamaraty, la Cancillería brasileña, decidió cambiarla al 20 de diciembre. Este cambio generó un inmediato rechazo del gobierno de Santiago Peña. La Cancillería de Javier Milei se alineó con la postura paraguaya. Ambos presidentes mantienen una cercanía con Donald Trump, confrontado con Lula.
Paraguay fue el país más reacio a la propuesta brasileña. Su negativa puso en riesgo la realización del encuentro. La Cancillería paraguaya envió una nota oficial a la coordinadora brasileña del Mercosur. En ella alertaba sobre la posible inasistencia del presidente Peña.
El rechazo paraguayo motivó a Brasil a evaluar alternativas. Se planteó no solo un cambio de fecha, sino también de lugar. Se consideró la posibilidad de realizar la reunión el 14 de enero en Brasilia. Además, Lula Da Silva debía entregar la presidencia pro tempore del bloque a Santiago Peña.
El desacuerdo finalmente se subsanó por la vía diplomática. Sin embargo, el episodio mostró una clara división en el Mercosur. La tensión se da en un contexto de distancia entre Lula y Milei. El presidente libertario estuvo ausente en una cumbre anterior en Asunción. En esa misma fecha, viajó a reunirse con Jair Bolsonaro.
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El presidente Lula Da Silva se refirió públicamente a la posibilidad de la fisura. En ese momento, afirmó que la cumbre se realizaría en Brasilia. Esto se debía a que “posiblemente, tenemos un problema con Paraguay, que no puede participar el día 20”.
Lula había planteado fijar la reunión para comienzos de enero. También propuso firmar el acuerdo el 20 de diciembre si se concretaba. A pesar de los roces, Peña y Milei llevan unos meses operando en conjunto en política exterior.
La alianza diplomática entre Paraguay y Argentina se evidenció recientemente. Esto ocurrió en la última cumbre de clima COP30. Ambos gobiernos buscaban limitar el alcance de la palabra “género”. Se oponían a incluir el plan de acción para mujeres y la comunidad LGBTQI.
Las organizaciones advirtieron sobre un peligroso retroceso en las negociaciones. Paraguay y Argentina ponían freno a las discusiones. El desacuerdo fue subsanado, pero las tensiones internas en el Mercosur son evidentes.
Fuente: Última Hora
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