El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP) presentó un estudio técnico sobre setenta comisarías del Departamento Central. El organismo calificó el trabajo como el relevamiento más amplio de los últimos años. El informe fue dado a conocer el miércoles 10 de diciembre, en el Día Internacional de los Derechos Humanos.
El estudio expone un deterioro persistente en los calabozos policiales. Estos espacios siguen marcados por humedad, falta de higiene y dimensiones reducidas. Según el MNP, las condiciones actuales reproducen prácticas históricas de degradación. Estas situaciones se arrastran desde la dictadura y no fueron erradicadas con el paso del tiempo.
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Durante la presentación en el Congreso Nacional, la comisionada Sonia Von Lepel advirtió que se trata de una falla estructural del Estado. Señaló que la combinación de hacinamiento, ausencia de sanitarios y registros incompletos vulnera estándares básicos de derechos humanos.
Uno de los datos más alarmantes del informe revela que el 52,7% de las celdas individuales no alcanza los seis metros cuadrados mínimos exigidos por normativa. Esta situación se repite en gran parte de las dependencias policiales relevadas.
El estudio también identifica graves carencias en la atención a mujeres privadas de libertad. Solo 13 de las 70 comisarías cuentan con celdas destinadas a mujeres y, de ese total, apenas tres cumplen con el estándar mínimo de superficie, lo que representa apenas el 4,3% del total en el Departamento Central.
Finalmente, el MNP alertó sobre problemas laborales que afectan a los propios agentes policiales. Se detectó infraestructura dañada por humedad, filtraciones y riesgos eléctricos, además de un déficit de dormitorios y sanitarios para mujeres policías.
En muchos casos, los funcionarios deben adquirir insumos básicos con recursos propios. El organismo recomendó priorizar presupuesto, clausurar celdas inadecuadas y reforzar el control del tiempo máximo de detención.
Fuente: ÚH
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