El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram) instaló su tradicional pesebre navideño con una propuesta poco habitual. La representación del nacimiento de Jesús fue montada con objetos reales utilizados en procedimientos médicos. La iniciativa se exhibe en el Servicio de Endoscopia Respiratoria y busca destacar el valor del trabajo sanitario cotidiano.
A diferencia de los pesebres clásicos, la escenografía no incluye elementos simbólicos tradicionales. En su lugar, se utilizaron objetos extraídos de las vías respiratorias de pacientes atendidos durante el año. Entre ellos figuran aritos, monedas, perlas, tornillos y otros cuerpos extraños. Cada pieza corresponde a una intervención médica concreta realizada en el hospital.
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Desde el Ineram explicaron que la propuesta apunta a resignificar el mensaje del pesebre. En ese espacio, los objetos representan situaciones reales de riesgo. Se trata de episodios que involucraron a niños, adultos y personas mayores con dificultades respiratorias. El enfoque pone el acento en la atención oportuna y en el impacto directo del sistema de salud.
De acuerdo con los datos del servicio, durante este año se retiraron 25 cuerpos extraños del pulmón de distintos pacientes. Estas intervenciones permitieron evitar desenlaces graves. Por lo tanto, cada objeto expuesto simboliza un procedimiento exitoso y una recuperación lograda. El hospital vinculó estas acciones con la idea de cuidado y protección de la vida.
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El neumólogo Carlos Morínigo señaló que la iniciativa busca destacar que cada intervención representa una historia que continúa. Indicó que las extracciones realizadas evitaron tragedias mayores. Además, explicó que el pesebre expresa una forma de celebrar la Navidad desde la práctica médica diaria, vinculada a la respiración recuperada de los pacientes.
Finalmente, desde el Ineram remarcaron que el pesebre también transmite un mensaje institucional. La propuesta apunta a recordar que la medicina no se limita a técnicas o procedimientos. Además, resalta la vocación de servicio y el componente humano del trabajo sanitario. En ese sentido, el pesebre se presenta como una síntesis simbólica del compromiso del personal de salud durante todo el año.
Fuente: ABC Color
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