Los jueces Olga Ruiz, Celia Salinas (presidenta) y Víctor Alfieri. Carlos Ortega
Un Tribunal de Sentencia condenó de forma unánime a tres profesionales de la salud por la muerte de la niña Thirza Belén Portillo Franco, ocurrida en 2021 durante un procedimiento odontológico. Las penas impuestas van de cuatro años y 8 meses a ocho años de prisión, según el grado de responsabilidad atribuido a cada acusado.
El colegiado estuvo presidido por la jueza Celia Salinas e integrado por Víctor Alfieri y Olga Ruiz. La odontóloga Sandra Marcela Obertino Leguizamón fue condenada a 8 años de prisión. El anestesista Adrián Cayetano García recibió una pena de 7 años. En tanto, el endodoncista Vicente Damián Cabrera Godoy fue sentenciado a 4 años y 8 meses de cárcel.
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Para Obertino y García, el Tribunal declaró la responsabilidad penal por homicidio doloso en grado eventual, con votos en mayoría. En el caso de Cabrera Godoy, la calificación fue de homicidio culposo, decisión adoptada de manera unánime. La magistrada Olga Ruiz votó en los tres casos por la figura de homicidio culposo.
Además, el Tribunal descartó la acusación por comercialización de medicamentos no autorizados. Según el fallo, el Ministerio Público no logró probar ese hecho durante el desarrollo del juicio oral y público.
Durante la lectura de la sentencia, la presidenta del Tribunal sostuvo que quedó plenamente probado que la odontóloga era propietaria y responsable de la clínica Mommy Dent, ubicada en Loma Pytã. El local no contaba con habilitación para funcionar. También quedó acreditado que Obertino organizó y coordinó el procedimiento odontológico realizado a la menor el 12 de noviembre de 2021.
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Asimismo, el Tribunal consideró probado que la profesional decidió realizar el procedimiento bajo sedación profunda. Esta decisión se tomó sin informar adecuadamente a los padres ni recabar el consentimiento informado. Además, permitió la intervención de Adrián García, quien no contaba con habilitación legal ni título médico para realizar el procedimiento anestésico, y del endodoncista Vicente Cabrera.
El día del hecho, Thirza ingresó caminando al consultorio, mientras sus padres aguardaban en la sala de espera. Durante la intervención, la odontóloga informó en dos ocasiones que el procedimiento se desarrollaba con normalidad. Minutos después, comunicó que la niña no despertaba. La autopsia y una junta médica determinaron que la causa de muerte fue una sobredosis de anestesia.
Fuente: ABC Color
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