Momento en el que el comisario Mario Ovelar arrebata la carpeta a María Ester Roa. Captura de pantalla.
La activista y abogada María Esther Roa fue demorada en el Palacio de Justicia de Asunción durante la lectura de un manifiesto, tras la intervención del comisario Mario Ovelar, jefe de Seguridad del recinto judicial. El episodio ocurrió mientras Roa y un grupo de activistas realizaban una manifestación pacífica en el predio del Poder Judicial, acompañados por medios de comunicación.
Según registros audiovisuales difundidos posteriormente, el comisario Ovelar interrumpió la lectura del documento, tomó el manifiesto de las manos de Roa y ordenó su traslado a la guardia de seguridad del Palacio. La situación generó una inmediata reacción de las personas que acompañaban a la activista, quienes cuestionaron el procedimiento y exigieron explicaciones sobre la aprehensión.
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Además, la tensión aumentó cuando Roa fue llevada a la zona de guardia y quedó a disposición del Ministerio Público. Durante ese momento, los activistas increparon al jefe de seguridad por su accionar. Ante los reclamos, el comisario respondió con advertencias sobre nuevas detenciones y dio instrucciones a sus subordinados para retener a otras personas que protestaban en el lugar.
Sin embargo, los manifestantes permanecieron en las inmediaciones de la guardia del Palacio de Justicia. Allí continuaron expresando su desacuerdo con la intervención policial y entonaron la canción “Patria Querida” como forma de protesta. El episodio se desarrolló ante la presencia de funcionarios judiciales, usuarios del sistema de justicia y efectivos policiales.
Posteriormente, el comisario Mario Ovelar brindó declaraciones para justificar su actuación. Señaló que el artículo 32 de la Constitución Nacional, reglamentado por la Ley 1.066, establece las condiciones bajo las cuales se pueden realizar manifestaciones sin afectar a terceros. Asimismo, recordó la vigencia de la Acordada 254, que regula el comportamiento dentro del recinto del Palacio de Justicia.
De acuerdo con su versión, los organizadores habían informado inicialmente que la manifestación se realizaría en la vía pública. No obstante, sostuvo que el grupo ingresó progresivamente al predio y que la lectura del manifiesto se realizó en voz alta dentro de la plazoleta del edificio. El comisario afirmó que Roa fue advertida sobre la alteración del orden público y, al no acatar la disposición, fue demorada y puesta a conocimiento de la Fiscalía. Los activistas denunciaron que el arrebato del manifiesto fue un acto de censura innecesario.
Tras ser puesta en libertad, María Ester Roa manifestó a la prensa que que fue aprehendida mientras leía un comunicado dentro del Palacio de Justicia, en el marco de una actividad pacífica que incluía la colocación de lazos negros y la entrega formal de una nota a la Corte Suprema. Señaló que el texto denunciaba falta de transparencia y rendición de cuentas del Poder Judicial. Indicó que estuvo privada de su libertad por cerca de una hora, sin orden fiscal, y calificó el procedimiento como arbitrario. Además, sostuvo que leer un comunicado en voz alta no constituye un delito y que las acordadas internas no pueden estar por encima de la Constitución.
Fuente: ABC Color
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