Pleno de la Junta Municipal de Asunción. (Archivo) LUIS LOPEZ
La Junta Municipal de Asunción aprobó un aumento de G. 600 en el precio del pasaje de los buses internos de la capital, tras una sesión extraordinaria marcada por fuertes cuestionamientos de la oposición. La medida fue impulsada por el gabinete del intendente Luis Bello y contó con el respaldo de la mayoría colorada, que argumentó la falta de alternativas para sostener el servicio.
La propuesta obtuvo 13 votos favorables y fue rechazada por concejales de la oposición, quienes sostuvieron que la suba beneficia a las empresas transportistas en perjuicio de los usuarios. Durante el debate, ediles opositores calificaron la decisión como un “regalo de fin de año” para el sector empresarial, en un contexto de deficiencias estructurales del transporte público.
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El concejal Humberto Blasco, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), cuestionó que la decisión contradice la iniciativa del Gobierno Nacional de integrar los itinerarios internos de Asunción al sistema metropolitano con un solo pasaje. Señaló que el aumento no resolverá la crisis del servicio y que prolongará las dificultades de los pasajeros, sin garantizar mejoras reales en la flota ni en las condiciones laborales de los choferes.
Además, Blasco afirmó que las empresas no podrán incorporar nuevos buses ni cumplir con exigencias básicas del sistema, como la regularización laboral y previsional. En ese sentido, sostuvo que la Junta Municipal asumió un rol negativo en plena temporada festiva, al aprobar una medida que impacta directamente en el bolsillo de los usuarios.
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Desde Patria Querida, el concejal Álvaro Grau expresó que el aumento favorece a empresas que operan de manera irregular. Indicó que ninguna de las firmas que explotan los itinerarios internos cuenta con permisos municipales vigentes. A su criterio, antes de autorizar una suba tarifaria, debía impulsarse una nueva licitación que establezca condiciones claras y exigencias concretas para mejorar el servicio.
En la misma línea, otros ediles opositores advirtieron que la medida afecta principalmente a los sectores más vulnerables, que dependen del transporte público. También recordaron la falta de buses, las frecuencias irregulares y la ausencia de servicios nocturnos y de fin de semana. Por su parte, concejales oficialistas defendieron la decisión y reconocieron que no implica una reforma estructural, pero aseguraron que es una acción necesaria para evitar la paralización del sistema y avanzar hacia la implementación del pasaje único.
Fuente: ABC Color
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