Para el recuerdo. Matías Pérez, con la camiseta retro del Ciclón del 96, cuando también fue campeón. Foto: Gentileza - Cerro Porteño
Cerro Porteño recibió un golpe incómodo en la previa de Navidad. La FIFA aplicó una nueva inhibición el 24 de diciembre. La sanción es la cuarta en esta temporada. El castigo impide inscribir futbolistas. Esto vuelve a tensar la caja y el plan deportivo del club.
El panorama contrasta con el cierre del 2025 en cancha. Cerro terminó el año con dos títulos. Además, ya presentó a Santiago Mosquera como refuerzo. Sin embargo, el club queda atado en el momento clave del mercado. Puede negociar incorporaciones, pero no registrarlas. Esa diferencia pesa cuando el calendario aprieta.
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La advertencia ya estaba sobre la mesa. El directivo Miguel Carrizosa había explicado el escenario. Dijo que se puede fichar, pero no inscribir con sanciones activas. Por lo tanto, cualquier alta queda en pausa hasta levantar todas las inhibiciones. La situación agrega presión interna y externa, porque el margen de maniobra se achica.
Según informaciones periodísticas, la última sanción se vincularía a Matías Pérez. El central llegó a mitad de año desde el FC Orenburg. En ese contexto, el caso vuelve a exponer el costo financiero de las operaciones recientes. Además, instala dudas sobre cómo se cerraron obligaciones. La FIFA, con la inhibición, coloca el freno formal.
Las otras sanciones ya tenían nombres y montos por resolver. Cerro arrastra una por deudas con Claudio Aquino. También figura una por el club Bolívar en el caso de Francisco da Costa. Otra corresponde a Sarmiento por la llegada de Jonatan Torres. En conjunto, el cuadro es repetido y desgastante. Cada inhibición eleva el riesgo de perder tiempo y oportunidades.
Carrizosa señaló hace días que el club prevé levantar las sanciones antes de fin de año. Sin embargo, el reloj juega en contra. La inhibición llega en plena planificación del plantel. Además, complica el registro de refuerzos ya anunciados. El club necesita cerrar pagos y trámites para liberar cupos. De lo contrario, el mercado se transforma en un problema caro.
Fuente: D10
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