La Lic. Liza Cardozo, psicóloga clínica, mencionó a RDN que este síndrome lo padecen personas que trabajan en estrecha relación con sus clientes y/o pacientes.
El estrés al que se enfrenta a diario, hace que la persona se fatigue e incluso llegue a desvalorizarse a sí misma, y puede caer en una profunda depresión por la baja autoestima que se va generando.
Los afectados deben analizarse y ver qué es lo que está desencadenando en ellos un desequilibrio, una vez que identifique las causas puede tratar de buscar las soluciones.
En primera instancia se recomienda hablar con el jefe o coordinador de su lugar de trabajo, solicitar cambio de horario o que le designe otro puesto donde esté menos expuesto. No debe tomarse más tareas o responsabilidades que las que le son asignadas, solo para sentirse más productivo.
La identificación del síndrome se da cuando la persona no siente más motivación para salir de la casa al trabajo, lo ve como una pesada obligación, incluso aquello que amaba realizar, se vuelve una carga.
Otros síntomas son, fácil irritación con los demás, poca energía, baja productividad, da vueltas constantemente para realizar alguna tarea, y se siente insatisfecho con sus logros.
“Pedía silla de ruedas para bajar del avión”. https://t.co/RYB8lfnGyk
— Resumen de Noticias (@RdnPY) September 26, 2017
El apetito también se ve afectado, como también la persona duerme poco, debido a las crisis de ansiedad que tiene.
Los dolores de cabeza, espalda sin razón aparente también se suman a los síntomas.
El síndrome puede ser combatido con actividad física, ejercicios al aire libre, bicicleta, yoga o pilates.
La psicóloga recomienda tratar de cambiar la actitud, y ser más tolerante consigo mismo, ser menos crítico.
