La llegada de Carlo Ancelotti como nuevo seleccionador de Brasil entró en un terreno incierto tras el inicio de una investigación formal por parte de la FIFA. El organismo internacional del fútbol analiza si hubo irregularidades en el proceso de contratación del técnico italiano, específicamente por la participación de un intermediario no registrado.
Según fuentes oficiales, la FIFA está revisando los vínculos entre Ednaldo Rodrigues, expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), y el empresario Diego Fernandes, quien habría facilitado la llegada de Ancelotti. La preocupación surge a partir de una transacción de aproximadamente USD 1,2 millones, pagada supuestamente a Fernandes, quien no figura como agente autorizado ante la entidad rectora del fútbol mundial.
Rodrigues fue removido de su cargo a fines de 2023 por decisión judicial, y desde entonces el caso tomó fuerza. La FIFA solicitó a la CBF entregar toda la documentación relacionada con el acuerdo, incluyendo correos, contratos y registros de llamadas, que puedan confirmar si Fernandes tuvo un rol activo en la negociación.
El reglamento de la FIFA es claro en este aspecto: solo los agentes oficialmente registrados pueden actuar en nombre de futbolistas o entrenadores. Si se comprueba que un empresario no habilitado intervino en el contrato, este podría ser considerado nulo. Además, Brasil podría enfrentar sanciones administrativas y económicas severas, afectando tanto a su dirigencia como al futuro deportivo del equipo.
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Carlo Ancelotti, por su parte, aún no ha emitido declaraciones sobre el tema. Su debut al frente de la selección brasileña está previsto para junio, cuando Brasil enfrente a Ecuador y Paraguay por la doble fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. La Verdeamarela ocupa actualmente el cuarto puesto de la tabla con 21 puntos en 14 partidos.
La situación mantiene en vilo al ambiente futbolístico del vecino país y se aguarda por la decisión de la FIFA en los próximos días. Si se confirma la falta, no solo el contrato de Ancelotti podría caer, sino también la estabilidad institucional de la CBF volvería a estar en jaque.
Fuente: Versus
