Un operativo antidrogas llevado a cabo por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) culminó con la detención de Cristian Morínigo Ojeda, alias “La Gorda”, presunto cabecilla de una red de microtráfico con ramificaciones en al menos 40 barrios de Asunción y alrededores.
El procedimiento, encabezado por la Dirección de Operaciones Urbanas y la fiscal Pamela Pérez, se desarrolló en el barrio Itá Pytã Punta, a escasos metros de la Facultad de Filosofía. En el lugar, “La Gorda” alquilaba una habitación dentro de un inquilinato que, según los investigadores, funcionaba como centro logístico de almacenamiento y distribución de drogas.
Líder de “La Plaza” comandaba red narco en Asunción
SENAD capturó a “La Gorda”, jefe de una red que operaba en 40 barrios y usaba barras bravas para traficar.
Allanamiento en Itá Pytã Punta
3.600 dosis, armas, dinero y más incautado. [1/2] pic.twitter.com/VXU4V0rD6S— SENAD – Paraguay (@senad_paraguay) July 24, 2025
Durante el allanamiento se incautaron más de 3.600 dosis de pasta base tipo “chespi” y clorhidrato de cocaína, dos armas de fuego, proyectiles, dinero en efectivo, balanzas de precisión y materiales para el fraccionamiento de estupefacientes. Todo esto fue hallado en condiciones que apuntan a una estructura operativa bien organizada.
Morínigo no solo está vinculado al narcotráfico. También es señalado como uno de los referentes de la barra brava “La Plaza” del club Cerro Porteño, donde tendría influencia directa en las dinámicas internas del grupo.
Registros oficiales revelan que trabajó como ujier en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) hasta abril de este año, percibiendo un salario mensual de G. 4.000.000, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Además, figura como afiliado a ambos partidos tradicionales del país: la Asociación Nacional Republicana (ANR) y el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
Las investigaciones indican que la organización que lideraba tenía una estructura jerárquica con aproximadamente 2.000 miembros activos, incluyendo jefes zonales que respondían directamente a su mando. Se estima que su red podría haber sido responsable de hasta el 50 % de la droga que circulaba en algunos sectores de la capital.
Los barrios con mayor incidencia de esta red incluyen Santa Ana, Roberto L. Pettit, Tacumbú, San Vicente, Loma Pytã, Republicano, Barrio Jara y Fernando de la Mora zona Sur, todos considerados puntos críticos en el avance del microtráfico y su vínculo con la violencia barrial.
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Uno de los hallazgos más llamativos del caso fue el vínculo comercial con facciones de barras bravas de clubes rivales, lo que reveló una cooperación criminal que trasciende lo deportivo. Estas estructuras, lejos de limitarse al ámbito futbolístico, han sido utilizadas como redes de distribución de drogas en zonas urbanas vulnerables.
Además, se identificaron nexos del detenido con sectores políticos ligados a la dirigencia del club Cerro Porteño. Estos vínculos, según la investigación, le habrían otorgado privilegios a pesar de estar involucrado en hechos violentos, incluyendo su presencia en eventos deportivos sin mayores restricciones.
Fuente: ABC Color- ÚH
