La ministra de la Secretaría de Defensa al Consumidor (Sedeco), Sara Irún, reconoció este jueves que hubo una confusión en la interpretación de la resolución emitida por la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) respecto a la cadena de tiendas Biggie. Aclaró que el Gobierno nunca ordenó la clausura de sus locales, sino únicamente el retiro de determinados productos.
Irún explicó que la confusión se originó por un malentendido inicial entre ambas instituciones. “Fue un error de interpretación de mi parte. La resolución no es de Sedeco y nunca dispuso el cierre de la cadena”, señaló. Subrayó que la suspensión temporal afectaba solo a productos bajo control de Dinavisa, no a toda la operación comercial.
#ABCNoticias Sedeco admite que hubo una «malinterpretación» sobre cierre de Biggie
«Desde el gobierno no se clausuró ni se cerró ninguna cadena. Se suspendió temporalmente la comercialización de productos regulados por Dinavisa. Yo malinterpreté esa resolución porque no es… pic.twitter.com/SjWQo5s3a2
— ABC TV Paraguay (@ABCTVpy) August 14, 2025
En sus declaraciones, la ministra pidió que no se insista en el término “cierre”, pues no figura en ningún documento oficial. Afirmó que Biggie continúa vendiendo otros artículos de consumo cotidiano, como insumos escolares y productos de limpieza, que no estaban alcanzados por la medida.
Controversia por cierre masivo de Biggie tras irregularidades
Consultada sobre los controles, Irún indicó que las reinspecciones son competencia de Dinavisa, mientras Sedeco interviene únicamente si recibe solicitudes de apoyo. Detalló que en algunos locales se impidió el acceso a inspectores, lo que obligó a reforzar el seguimiento de las medidas.
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La titular de Sedeco también fue consultada sobre posibles acciones contra otras empresas. Afirmó que si se detectan fallas graves que pongan en riesgo la salud de los consumidores, se actuará con el mismo rigor. Citó como ejemplo una farmacia sumariada por vender un producto con alerta sanitaria, aunque en ese caso la irregularidad se registró en un solo local y no en toda la cadena.
Irún advirtió que en Biggie se identificó un patrón de incumplimientos reiterados, que incluía la comercialización de productos vencidos con etiquetas modificadas. “Es un tema serio. No es para tomar a la ligera porque puede afectar la salud de las personas”, sostuvo.
Por RDN







